Yo personalmente los he llevado muy pocas veces, pero sí que es cierto que cuando lo he hecho me he dado cuenta que efectivamente sus ventajas son innumerables y muy especialmente si llevamos traje. Y ya no hablamos de las comodidades que nos proporciona, que son muchas, sino que en sí mismos, los tirantes son una prenda que estéticamente viste mucho los trajes (no todos, ahora os hablaremos de ello) y les da un toque elegante y sofisticado que difícilmente conseguiremos con corbatas, pajaritas o cinturón.
Un complemento olvidado que desde Trendencias Hombre pretendemos recuperar ¿Dispuestos a ello?
Un poquito de historia
Los tirantes fueron inventados en 1820 en Londres por Albert Thurston para poder sujetar los pantalones y permitir una mayor libertad de movimiento a los hombres que llevaran traje. Fueron tremendamente utilizados en su época y prácticamente se convirtió en un elemento indispensable si queríamos que el traje sentara como un guante y aguantara todo el día.
¿Qué pasó pues? Que el cambio de tiro en los pantalones así como la revolución que se produce en la indumentaria masculina tras las I Guerra Mundial hizo que éste dejara paso al cinturón, una pieza que ya conocíamos pero que ‘había cedido’ su trono a la creación británica. Y ahora en pleno siglo XXI es cuando de nuevo estamos intentando recuperarlos y colocarles en el sitio que se merecen en el mundo de la moda masculina.
¿Para qué sirven?
La función de los tirantes es doble: por un lado mantienen el pantalón en su sitio de la misma manera que podría hacerlo un cinturón pero, a diferencia de éste, evita que que se mueva y se vea por debajo de las prendas del conjunto, como ocurre con el chaleco y el chaqué respectivamente.
Además, en los hombres gruesos, no se crean las bolsas en el delantero que genera el cinturón puesto que consiguen que la caja se asiente más y que la raya caiga perfecta. Sin contar con que permite una mayor aireación entre la camisa y el pantalón: todo ventajas ¿verdad?
Tipos de tirantes
Atendiendo a la forma de las bandas que lo componen y del tipo de sujeción tirante-pantalón, encontramos cuatro tipos diferentes. Por un lado están los tirantes en forma de "X" y los tirantes en forma de "Y" ¿Cuándo usar uno u otro respectivamente? Los tirantes en "X" suelen ser más estrechos y delgados y visualmente no queda bien que se vean, por tanto, los llevaremos cuando lo que queremos es precisamente eso, que no se vean; es decir, cuando llevemos chaleco ¿Y por qué no llevar cinturón? Pues porque las hebilla nos provocará un bulto nada estético.
Por otro lado, los tirantes en "Y" son algo más gruesos y con sus tiras más anchas. Además cuentan por lo general con mayor ornamentación y pequeños detalles que permiten hacerlos visuales y quedan estupendos cuando llevamos la camisa vista.
Atendiendo al tipo de sujeción podemos encontrarlos en dos versiones: de pinzas y con latiguillo. La primera la podrás emplear con prácticamente cualquier pantalón mientras que el latiguillo exige unos botones interiores donde sujetarlos. Es cierto que muchos de ellos vienen con las dos opciones pero, igual que nunca llevaríamos cinturón y tirantes a la vez, lo mismo sucede con las pinzas y los latiguillos: una u otra.
Así que en función de lo que vayamos a llevar, del tipo de traje que dispongamos (traje o vaqueros, que ya hemos visto que incluso en un registro informal sientan estupendamente), de si queremos que se vean o no y, sobre todo, de cómo nos sintamos más o menos cómodos... optaremos por un tipo u otro ¡Probad y ya me iréis comentando!
En Trendencias Hombre | El perfecto decálogo para hacernos con un traje que nos siente como un guante