Estamos de acuerdo en que los 20 años es la edad en la que vives de forma más tempestuosa: llegas tarde a casa, te levantas el fin de semana a la mitad del día y se te va en ver la tele en pijama o pantalones para después volver a la rutina de fiesta tras fiesta. Pero cuando llegas a los 30 años, resulta ser un buen momento para reorganizar tu vida y ponerla en perspectiva ¿qué estás haciendo mal y qué deberías mejorar? Aquí te decimos la clave de una vida saludable y mejor equilibrada.
Deja de fumar
Aunque tu cuerpo tarde en recuperarse del daño que el cigarro le ha causado, la edad de treinta años es perfecta para dejar el tabaco, pues según varias investigaciones las personas que dejan el cigarro antes de los 40 tienen un 90% menos de riesgo de mortalidad por fumar.
Crea un hábito de sueño
Éste es uno de los casos en donde seguir una monótona rutina le hace bien a tu salud: al dormir el cuerpo cambia a un modo de sueño diferente y si duermes hasta tarde los fines de semana (para reponer esas horas perdidas viendo Netflix), se convierte en un hábito que te hará sentir cansado el resto del día.
Ejercítate con regularidad
En la segunda mitad de los años 30, las personas comienzan a perder músculo, por lo que es especialmente útil realizar entrenamientos regulares. Sin embargo, es importante elegir un deporte que te guste, ya que seguir rutinas que te disgustes pueden llevarte a dejar de ejercitarte.
Escribe un diario
No, no nos referimos a que por las noches le cuentes tus secretos a la libreta con tapa de Hello Kitty. Más allá del registro de emociones, puedes llevar un diario sobre gastos, ingresos, actividades en el día, ideas para el trabajo o logros en la escuela. Hojearla de vez en cuando te dará una pista de lo que has logrado y hasta dónde puedes llegar.
Comienza a ahorrar dinero
Resistirse a las ofertas, las rebajas de temporada y la tentación de un envío gratis a través de internet tiene más recompensas de las que te imaginas, puesto que al ahorrar dinero no sólo para tu retiro, podrás hacer frente a imprevistos que se te pongan en frente.
Fija un objetivo de vida
Todas las carreras tienen una meta establecida, ¿no es cierto? Si pones un objetivo a tu vida como comprar un auto, realizar un viaje o tener hijos, te ayudará mental y físicamente a esforzarte en lograrlo, ayudándote incluso a salir de momentos de depresión en los que sientas que tu vida no va a ningún lado.
Aprecia lo que tienes
Suena tonto, pero preocuparte por objetivos que son difíciles de lograr sólo te llevan a estados de frustración en donde influyen decisiones de forma negativa a tu vida, así que relájate, respira hondo y céntrate en tus decisiones.
Perdona tus propios errores
El pasado ya pasó: el hecho de echarte en cara errores que hayas cometido o decisiones que no hayas tomado en su momento sólo te estanca en un estado en el que no avanzas ante las nuevas oportunidades que se te pueden presentar, como lo son nuevas ofertas de empleo o relaciones personales. Mejor perdónate, aprende y avanza.
Deja de compararte con los demás
Llegar a un estándar inalcanzable es el primer paso para caer en el fracaso para la mayoría de los proyectos. En una carrera contra ti mismo en busca de tu propia felicidad, no tienes porqué mirar hacia los lados.
Si rondas los treinta años, éstos hábitos de estilo de vida te ayudarán mucho a planificar tu futuro realizando pequeñas acciones desde hoy.
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