El mercado de la moda siempre está en constante cambio cada temporada para vender nuevas tendencias. Frente a ello, en vez de quejarnos y tener que estar renovando el ropero personal para adaptarlo a las nuevas modas, mejor reciclar las viejas prendas.
El jeans es una de esas prendas, la que todos más nos ponemos durante el día a día, puesto que es la más cómoda y que combina con cualquier cosa. Ya hemos visto dos nuevas ideas que nos proponen a la hora de optar por un vaquero: o bien los destrozados de Dolce & Gabbana o bien los lavados efecto lejía.
Los segundos es mejor descartarlos, aunque si queremos optar por ellos, también podemos seguir los mismos casos que con los primeros, de los que hablaré a continuación: los jeans rotos.
Es una de las tendencias indiscutibles de este Verano 2009 y por lo visto en algunas colecciones de invierno, promete seguir siéndolo durante más meses. Así que antes que pasar por caja y comprar el jeans de turno que está roto, pagar la cantidad que cada uno elija dependiendo de la marca, hagámoslo nosotros: rompamos nuestros viejos jeans.
Todos tenemos un vaquero que nos gusta menos que el resto y que nunca nos ponemos, ya sea porque es más viejo, porque está más desgastado o por cualquier razón que venga al caso. Ese jeans será el elegido para llevar acabo el reciclaje de nuestra prenda. También se puede hacer con los nuevos, pero la lógica prefiere los anteriores.
Cuando ya hayamos elegido el jeans de turno, optemos por qué le queremos hacer. Es muy importante tener la idea previa pensada antes de ponerse a destrozar el vaquero de turno porque entonces nos lo podemos cargar y quedar completamente inutilizable.
Mi recomendación según la tendencia actual es hacer unos pequeños cortes por la superficie, sin llegar a pasarnos y que quede hecho un coladero. Los que jeans que están en las tiendas tienen pequeños rotos y alguna que otra raja.
Para que queden más desgastados podemos usar la lija que tengamos a mano y pasarla por encima, con cuidado de no desgastar demasiado la tela porque entonces podría romperse y dejarla inservible, con un gran roto.
Hecho esto, ya tenemos el acabado perfecto para meter con cuidado la tijera y hacer una pequeña raja a mitad de la pierna. Yo optaría por hacerla por encima de la rodilla en una pierna, mientras que en la otra en otro punto cualquiera, para que no parezca que hemos pensado el corte con escuadra y cartabón.
Esto es fundamental: los cortes tienen que parecer casuales, hechos sin mucho misterio y que den aspecto informal. Así que con uno en la pierna derecha de la mitad para arriba ya sería suficiente ahí, al igual que con otro más pequeño en la izquierda. Después podremos continuar con alguna que otra raja más abajo, pero con mucho cuidado y que sean pequeñas.
A la hora de cortar, el desgaste previo es importante porque nos asegura que el tejido se rompa más fácil y una vez hecho el corte que queden algunos hilos sueltos y zonas más abiertas y desgastadas a su alrededor, favoreciendo el aspecto informal del corte.
Al seguir estos consejos, nos evitamos gastarnos más dinero por algo que nos podemos hacer nosotros mismos, a la vez que rescatamos una vieja prenda del armario que ya no nos poníamos.
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