Coges un ascensor, o peor aún, un transporte público en hora punta y sin aire acondicionado y todo el trabajo de higiene personal matutino a la porra: has sudado y hueles como un tigre un día de humedad tropical.
No puedes solucionar el mal olor a sudor aplicando desodorante sin primero lavar la axila. Si puedes entrar en un baño y realizar toda la operación, perfecto.
Si no puedes quitarte corbata y camisa, lavar sin mojar el tejido, secar la axila y aplicar desodorante (ese que llevas en tu bolsa o maletín … ah, ¡que no llevas!) te presento a mi amiga Toallita Desodorante.
Estas toallitas envasadas individualmente son uno de los productos S.O.S. que deberías llevar siempre contigo porque te pueden sacar de un buen apuro.
Sólo tienes que abrir, utilizar y tirar. Rizando el rizo, lo ideal es llevar el pack indivisible toallita jabonosa + toallita desodorante: utilizar en ese orden, claro. Hay que limpiar el sudor porque el desodorante no camufla su olor penetrante y molesto.
No es caro, su tamaño reducido te permite llevarlo en cualquier bolsillo o apartado y no tendrás que sufrir bochorno si has tenido un encontronazo inesperado con el calor y son todavía las 11 de la mañana.
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