Sufrir brotes de caspa no es sólo antiestético sino muy desagradable para quien los sufre: pica la cabeza. Son excesos seborreicos que se producen en el cuero cabelludo y a veces quieres rascarte tan fuerte que acabas produciendo alguna herida.
Ya os expliqué cómo diferenciar la caspa seca de la grasa: es muy sencillo. Los excesos seborreicos son esa caspa intermitente que suele tener una entrada fuerte y salida lenta. Los cambios de estación, los nervios y el estrés o algun cambio hormonal pueden provocarlos sin más.
Aparte de escoger correctamente el champú de tratamiento, es muy recomentable realizar un peeling del cuero cabelludo: va a eliminar y sanear esas escamas de una manera más duradera. Lo que hace es purificar esa piel como lo haría una mascarilla purificante. Y el hecho de exfoliar aumenta la oxigenación del cuero cabelludo, especialmente importante en los hombres.
Un gel exfoliante capilar anticaspa
Antes de que salgais corriendo al cuarto de baño y os froteis la cocorota con vuestro exfoliante facial, sabed que necesitais uno específico. El mío es el Melaleuca gel exfoliante anticaspa de René Furterer. Es un gel transparente con micropartículas exfoliantes (extractos de albaricoque): toda la gama anticaspa tiene propiedades antifúngicas y purificantes.
Es un producto de tratamiento intensivo que sólo hay que utilizar dos veces a la semana durante máximo un mes. Verás qué sencillo es utilizarlo.
Método de aplicación
Hay que aplicar este gel raya a raya en contacto directo con el cuero cabelludo: sobre la piel, no sobre el pelo. Con paciencia y con el cabello húmedo, aplicais tiras de gel al mismo tiempo que lo frotáis un poco para que quede donde lo habeis aplicado.
Una vez aplicado, frotais con la yema de los dedos toda la cabeza (no con las uñas) durante al menos un minuto. Vereis que aporta frescor nada más aplicarlo y al frotar aumenta la sensación refrescante y calmante: es el mentol.
Hay que aplicarlo con el cabello mojado. Las instrucciones no indican un prelavado pero yo me lo lavé una vez, apliqué el gel e hice el peeling capilar, y todo resultó perfecto. Luego lo volví a lavar otra vez: el champú tras la exfoliación es obligatorio. Lo ideal es que sea el anticaspa.
Mi resultado: calmante, eficaz y sin efecto rebote
Si teneis caspa habitualmente pero no sufrís de picores, no podeis entender el alivio que se siente cuando utilizas estos tratamientos específicos: por fín deja de picar ni que sea un par de días.
Si sigues las instrucciones al dedillo, vas a notar mejoría ya desde la primera semana y el brote de caspa pasa a la historia en un mes. Hasta el siguiente, claro, pero eso ya depende de tu organismo y tu ritmo de vida.
El gel alivia instantáneamente. Durante la primera semana, el picor reaparece en un par de días (siempre según los casos) pero a medida que lo vas utilizando, las siguientes semanas el alivio se hace cada vez más prolongado hasta su desaparición: venciste.
Mientras, para ese picor que no te deja vivir, os recomiendo este spray de la misma gama. Mano de santo. Este sí puedes aplicártelo a diario cuando ya no puedas más. No te rasques: es peor. Justo en esa zona aplica el spray y verás cómo desaparece el picor. También da sensación de frescor.
Estos brotes son una pesadilla pero no tienes porqué sufrirlos. Para esto existe hoy día una cosmética capilar muy eficaz y de alta calidad que encontrarás principalmente en peluquerías. Si no te apetece realizarte tú mismo el peeling o no lo ves claro, pide a tu peluquero que te haga el primero. De paso, relájate porque vas a disfrutar del masaje exfoliante.
Más información | René Furterer
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