Con nombre de confidente de Anna Karenina, de familia acaudalada, menuda y escurridiza y con tantas grandes firmas sobre su cuerpo como en Bergdordf Goodman, Miroslava Duma es hoy nuestro centro de atención en este particular duelo de it girls que venimos batallando el último mes.
Ella es editora de moda y se nota, no es en absoluto una recién llegada pero siempre nos sorprende y a diferencia de la manía que parece perseguir a las editoras de “no con complementos”, Miroslava se lo pone todo encima y se lo pone bien.
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Es tan ideal de día como de noche, en verano como en invierno. Y si bien sus estilismos son 100% high cost, son perfectamente copiables y muy recomendables. Uno de sus puntos fuertes, su mirada y cuerpo de adolescente que permiten que ponga lo que se ponga, nunca se convierte en clásico o rancio.
Viste sexy pero nunca es vulgar…es como esas jovencitas hijas de armadores griegos que esperamos encontrar en una terraza de Cannes hablando con Mario o Fausto sobre la última fiesta que dio Gaultier en su yate amarrado en Ibiza.
Es boho, es chic, es retro…es perfecta.
Su mirada y sonrisa de niña nos hace pensar que tacones de 12 centímetros son demasiado para su edad…pero ni es tan joven, ni son demasiado.
No se corta con los complementos y eso la diferencia de muchas editoras que sólo lucen tachuelas en sus hombreras, como algo ya excesivo.
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Es menuda pero sabe exactamente dónde cortar abrigos y faldas para que no le acorten la silueta.
Un día puede ser Annie Hall, otro Helena de Troya y el siguiente una groupie de Woodstock. Pero nunca llega al disfraz y eso, arriesgando como ella arriesga, es harto complicado.
¿Se puede estar más ideal con un simple jersey de lana y un gorrito que en otros rostros parecería ridículo?
El magistral uso de los complementos es lo que la define y por lo que la adoramos.
Fotos | Miroslava Duma
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