La apariencia de verosimilitud es un compromiso que todo escritor debe tener con sus lectores. Todos sabemos al leer una novela que los hechos narrados son ficción, pero deben contársenos de tal manera que parezcan reales. Por eso nos chirrían tanto algunas características de los personajes femeninos que leemos en novelas creadas por escritores hombres.
Desde hace algún tiempo, en Tumblr, diferentes usuarias están recopilando bajo el título de Dear Men Writers esas características que restan credibilidad a unos personajes femeninos con los que a todas nos gustaría identificarnos más. Los tópicos que nos hacen detectar a la legua... ¡que eso no ha podido escribirlo otra mujer! Estos son nuestros favoritos:
- Cuando te sueltas el pelo después de llevarlo recogido durante horas, no cae mágicamente liso sobre tu espalda.
Los zapatos de tacón no se convierten en planos cuando el tacón se rompe.
Los sujetadores dejan marcas en la piel debajo y alrededor del pecho cuando te los sacas después de mucho tiempo puestos.
Las uñas tardan un tiempo en secarse después de pintárselas. Y se chafan si se las toca antes. Y se rompen de vez en cuando.
Hacerse la cera duele y deja la piel roja durante algún tiempo.
Si nos miramos desnudas a un espejo, no nos describimos mentalmente a nosotras mismas.
La mayoría de mujeres no puede huir de una persecución llevando tacones.
El pelo húmedo se pega a la piel, no flota por arte de magia.
Nos preocupamos de más cosas que la ropa y los zapatos.
Las mujeres sudamos. Y no siempre es algo sexy. De hecho, casi nunca lo es.
Tenemos frío en invierno. No tiene sentido describirnos con outfits ligeros en enero.
No somos mejores ni estamos más guapas que otras mujeres por no maquillarnos. Ni lo contrario.
No nos despertamos guapísimas. Generalmente parecemos vagabundas después de que suene el despertador, con el pelo alborotado y legañas en los ojos.
El culmen de la comodidad no es llegar a casa y soltarnos el pelo. Al contrario, suele ser llegar a casa y recogernos la melena con un lápiz o cualquier otro objeto similar.
En escenarios medievales o postapocalípticos, ¿no deberían las mujeres tener vello corporal?
Y mejor ni hablar de las heroínas de acción con el maquillaje perfecto.
- Decirnos que «no eres como las otras chicas» no es un halago. Es un menosprecio hacia nuestro género.
Y el consejo final que muchas dan a los escritores que duden: si no estás seguro de cómo escribir algo relacionado con una mujer, busca a una y pregúntale.
Imágenes | Los juegos del hambre, Troya, Giphy.
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