El evento fue este jueves, la top model Claudia Schiffer reunió hora y media antes de su aparición a más de 50 fotógrafos. Sí, leéis bien. Hora y media. Y, por supuesto, Embelezzia estuvo allí. Calor, mucho calor, mucha prensa, más gráficos y un público entregado, entregadísimo.
Y allí apareció Claudia, altísima, rubísima, con su sonrisa perfecta y delgada como si aún estuviera desfilando para los más grandes. No digo que Alberta Ferretti no lo sea, pero es increíble el poder que sólo una sonrisa o sus gestos tienen en el público.
Presentaba el nuevo perfume de la firma italiana, la diseñadora también estaba allí, y pese a que lo intentó, las cámaras sólo tenían un objetivo. Probé el perfume, y he de decir que es demasiado fuerte para mi. Es intesa, pero pensé que iba a durar más horas. Eso sí, toda la tarde mis muñecas olían a Claudia Schiffer.
En la tarde de ayer al menos, fue un éxito de ventas. Abuelas, madres e hijas. No sólo estaba allí para saludar, recibir muy sorprendida un mantón de manila de parte de El Corte Inglés, que miró como si no supiera qué hacer con él, y empezó a firmar cajitas de su perfume.
Me impactó, lo reconozco. La mirabas y la mirabas, y seguías pensando... ¿cómo puede haberse retirado? Creo que es una de las grandes, y me gusta que se acerque a la gente, salude, sonría, y le de igual abuelas fans del centro comercial con sus cámaras del siglo pasado, lo prometo, como bebés cuyas madres querían ser fotografiados con Claudia, incluidos papás y mamás. Vamos, que los bebés eran una mera excusa.
En Embelezzia | Alberta Ferretti emerge en el mundo del perfume de la mano de Claudia Schiffer
