Menú de lujo en el restaurante Reina de Port-Lligat, Mollet de Peralada

Hace unos días os invitaba a ver los interiores del restaurante Reina de Port-Lligat, un lugar con mucho encanto en Mollet de Peralada, Alt Empordà. ¿Os parece que entremos en la cocina?

Para mí fue una interesante experiencia poder hablar con el chef Rafel Pell sobre el menú que se serviría el día de la celebración sentada a la mesa, en la cocina (foto superior). De inmediato vi la posibilidad de verlos trabajar en plena acción (llegué con retraso, eran ya las 14,00 horas) y me senté de cara a los fogones. Para mí, no había ninguna prisa.

Disculpad por la poca calidad de la foto pero es la única donde se ven las bayas de frambuesa y arándano que flotan en el Cóctel Reina. Es el propio cóctel de bienvenida: terrón de azúcar moreno en una copa de cava, una decena de gotas de angostura y los frutos del bosque. Me encantó el toque de angostura que combinaba con lo dulzón

El aperitivo tradicional del restaurante atrae por sus formas. Los "Palitos de queso con tomate deshidratado", las "Chips de yuca con vinagreta de miel", "Crujientes de yogurt con pistacho" y el tradicional "Pan con aceite y sal". Todos buenísimos por separado y mejores combinando sus sabores por el contraste dulce y salado. La yuca es un tubérculo parecido a la patata o al nabo, se le llama también mandioca.

El aceite de oliva virgen extra proviene de los olivos de la región, el restaurante se sitúa muy cerca de la prensa de la cooperativa de la zona y existen muchas pequeñas producciones de excelente calidad. Lo sirven recién salido del congelador, adopta una forma de yema de huevo. Untar su textura de mantequilla blanda sobre los mini panecillos que se abren fácilmente con la mano es una delicia que te trae recuerdos caseros.

El toque de gracia, la pizca de escamas de sal, Maldon o sal de carbón espolvoreada sobre el pan con aceite. ¿Reconocéis el servicio de mesa de Pordansa en forma de cáscara de erizo de mar? Los descubrí en Alimentaria 2012, toda la colección me parece fantástica.

Es uno de los dos servicios de los que disponen, el que se ve en las mesas de las fotos del primer post son de porcelana de Bernardaud. En la galería de imágenes veréis cómo personalizan bajo los platos y tazas con el logo del restaurante que los encarga. Los cubiertos, un diseño en plata mate de Guy Degrenne, hermoso y elegante. Los prefiero incluso a los del Compartir.

La vinagreta de miel aliña también la ensalada que acompaña al plato del "Milhojas de butifarra negra y verduritas". No quedó ni un trocito de panecillo. En la foto inferior, "Lubina Salvaje al horno sobre crema de limón y caviar" acompañada de Timbal de patata con caviar.

No importa si el servicio de mesa es de una marca de lujo, si los platos no están a la altura no vale la pena. Todos y cada uno de ellos lo están. Mientras veía trabajar a Laid en la cocina y a Rafel perfeccionar el más mínimo detalle, Celia servía a los clientes de la sala. Deberíais haberla visto a ella subir y bajar las toscas escaleras de la sala privada del primer piso, entenderíais por qué es camarera-malabarista profesional.

Como carne, "Entrama de ternera ben criada con sus jugos confitados". El couscous de la base es poco especiado (afortunadamente) y ligero, aéreo. Perfecto para el jugo del plato. También prové galtas de ternera, platos con Ternera "ben criada" de Girona es una marca de calidad de la província catalana.

Tuve la oportunidad de probar un vino blanco que ya no se produce, Joncària Chardonnay de la bodega Pere Guardiola: afrutado, transparente, refrescante. Otro blanco, Verd Albera 2011 de Bodegas Martí i Fabra, ambos D.O. Empordà. Como tinto, nos gustó mucho su recomendación: Anubis Negre de les Costes, reserva 2004 de Bodegas Vinicola del Nordest del mismo Mollet de Peralada. El cava, Tresor Brut Nature de Pere Ventura, os he hablado de él en alguna ocasión.

Siempre reservo sitio para el postre, mi gran debilidad. Tanto el "Coulant de chocolate caliente contrastado con sorbete de frambuesa" como el "Crocante de caramelo con textura de vainilla y frambuesas" pasaron por mis manos.

En este postre de caramelo y vainilla está la única pega de todo el menú, es difícil de partir las láminas, deberían ser más finas. Eso no impidió que dejara mi plato limpio. La textura de la vainilla, curiosa en la boca, algo parecido a una mousse.

Antes de despedirme, vuelvo a mostraros la tapa de la carta. La cala de Port-Lligat y la casa donde Salvador Dalí pasaba temporadas viviendo y pintando en Cadaqués es el lugar donde nacieron y se criaron los hermanos y chefs del restaurante. Rafel me contaba cómo su abuela insistió reiteradamente en que alguien de la familia visitara al extraordinario pintor, su vecino, para pedirle un dibujo.

Afortunadamente, la abuela consiguió su objetivo. En esa época, escogiendo el momento apropiado, fueron más de una y de dos las personas de la zona que consiguieron un dibujo o un autógrafo de Dalí. Años más tarde, limpiando y revisando el altillo de la casa, encontraron el original que veis en la foto superior, estuvo guardado allí durante mucho tiempo. De ahí el nombre del restaurante aunque no esté ubicado en Port-Lligat.