Si hay un lugar en el mundo que invita a la meditación y a la paz espiritual ese es el Tíbet. Y si además le sumamos estar asentado en un hotel de lujo la experiencia es mejor y más completa. Es aquí donde encontramos el St. Regis Lhasa, el primer hotel de 5 estrellas de la región.
Éste se encuentra en Lhasa a unos 3.600 metros sobre el nivel del mar con más de tres hectáreas. Desde que abriera sus puertas ahora ya hace un año, el establecimiento se ha convertido en uno de los hoteles más lujosos del mundo, con vistas a la cordillera del Himalaya y el Valle de Lhasa.
El diseño del St. Regis Lhasa Resort se inspiró en el Monasterio de Sera y es por ello que su arquitectura no desentona con el paisaje tibetano. Cuenta con 150 suites y 12 villas privadas con características sostenibles que incluyen paneles solares y un sistema de reciclaje de aguas subterráneas.
Los huéspedes que llegan a la ciudad a través del aeropuerto de Lhasa son conducidos al hotel en una limusina Mercedes-Benz. Una vez allí, los mayordomos personales escoltan a los huéspedes a sus habitaciones y dan consejos sobre cómo sobrevivir a los 12.000 pies de altitud de Lhasa. Se encuentra tan alto que cada habitación está equipada con un tanque de oxígeno sólo en caso de que uno sienta la necesidad de tener un poco más de oxígeno.
Entre las instalaciones se encuentran un spa, una piscina, un restaurante con platos cantoneses y de Sichuan y un bar de vinos con cientos de botellas.
¿Qué os parece este remanso de paz?
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