Una vez más, Embelezzia estuvo allí. El Museo del Traje acogió el I Congreso Internacional de Moda con la magnífica conferencai de todo un experto sobre el lujo, Gilles Lipovetsky, filósofo francés y teórico de moda en la sociedad contemporánea.
Su conferencia, "Moda y lujo en la era hipermoderna", reunió en el Salón de Actos a más de 200 personas, entre los que se encontraban Enrique Loewe, Agatha Ruiz de la Prada, el teórico español especializado en semiótica de la cultura de moda, Jorge Lozano (y antiguo profesor de mi facultad), prensa especializada, estudiantes, congresistas de México, Francia, Italia, Reino Unido, gente guapa, y muchas ganas de profundizar en la dimensión socio-cultural de la moda.
Y "hoy nos convocó la moda", porque empezó el Congreso. Y con noticias: a Teruel se irán las colecciones etnográficas que no tienen espacio en el Museo de Madrid, y al espacio Matadero de la capital, las colecciones, el mundo de la industria, del diseño, talleres, desfiles... todo, para formar un gran proyecto en un futuro muy cercano.
Lipovetsky comenzó hablanco de las característias de la hipermodernidad. Y me gustaría exponer el punto clave: hoy, todos, demandamos lujo. Y se han dado cuenta tanto las grandes firmas, multiplando su presencia a modo de tiendas o campañas mediáticas, como las pequeñas, situando sus tiendas estratégicamente cerca de loas grandes de la moda, así como teniendo ediciones limitadas de sus productos.
Estoy de acuerdo en que el lujo se ha democratizado. La industria que mueve este mercado es tan gigante, que sólo podemos ser testigos directos de un hecho como éste. El filósofo francés pone el acento en varios hechos.
Las colecciones de las grandes firmas han dejado de ser dos, otoño/invierno y primavera/verano, para multiplicarse hasta enlazar desfiles y propuestas constantes.
El marketing ha ganado la batalla. No se trata de realizar un trabajo excelente, sino que ese trabajo tiene que estar en los medios. Ya sea por espectáculo, por caprichos de un creador, por su salida a Bolsa, o por formar parte de lo que Gilles ha llamado el porno chic, a las agresivas campañas de Dolce&Gabbana, por ejemplo. O la mezcla del arte, la arquitectura, la vanguardia y la música. Como pueden ser los nuevos edificios de Chanel y Louis Vuitton en Japón.
La imagen de marca. Dior ha multiplicado por diez su presencia: de 22 tiendas a 200 en menos de diez años. Y esa imagen se refleja en el interior de la tienda también. Es la hipervisibilidad de la marca, el cambio de referente de lujo a vedette del star system.
Relacionado con ésto, la invasión del cine en el mundo del lujo. Campañas millonarias para un perfume, presentaciones como premieres, todo tiene que ser una experiencia mágica (algo que, desde fuera, disfrutamos encantados).
Collage de estilos. Esta tendencia ha dejado atrás a la elegancia clásica, a la distinción, porque el lujo ha cambiado. Es la edad hipermoderna, de la descoordinación.
Del lujo clásico, al lujo hedonista. El culto al cuerpo con modelos dirigistas, de comportamiento, de vida, de seducción.
Y, por último, la concepción de la moda de lujo como una moda ética, sensible con los problemas actuales, ya sean medioambientales, políticos o de enfermedades.
El profesor ha expuesto su punto de vista. Y tú, ¿crees que ha acertado en todos sus puntos?
Más Información | Casa del Libro, CIM 2008 En Embelezzia | Museo del Traje, I Congreso Internacional de Moda