Supongo que si tuviera un poder quisiera que fuera parar el tiempo, o que los días durasen 48 horas, al menos. De momento, me conformo con observar dos de las nueva piezas de relojes de lujo de Chopard, de su colección Imperiale.
La manecilla simula una escultura antigua, poliédrica, con amatista, oro rosa y oro blanco y un zafiro azul para las piezas de oro blanco. La forma de las manecillas simula armas de combate clásicas.
La esfera, casi perfecta, de acero y de oro rosa o blanco, a tu elección. El fondo del reloj es un grabado que simula la implantación de escudos monárquicos de la realiza. Figura casi de perla con un grabado muy sutil único. No me digáis que no son dos piezas perfectas.
En la colección se incluyen piezas con diamantes, brillantes, de aires más antiguos y clásicos, relojes clásicos, cronógrafos... un poco de todos los estilos para que la elección será fácil entre cualquier pieza Chopard. El mío, el de oro rosa de la portada. Perfecto.
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