Hasta el 20 de enero, el Museo d´Orsay, en colaboración con el Metropolitan neoyorquino y el Art Institute de Chicago nos presenta una exposición temporal, de la pintura impresionista desde el punto de vista de la moda. El Impresionismo favoreció la representación de figuras humanas en su entorno cotidiano y capturó al hombre "moderno" en sus actividades de rutina, tanto en las ciudades como en el campo.
Los impresionistas, se esfuerzan por presentarnos el día a día de los parisinos, las tabernas, la calles, los salones y los jardines, y así representaron las modas y actitudes de su tiempo. Esto se consiguió a través de su agudeza para considerar el retrato como una imagen de una persona en sus ambientes familiares.
Los comisarios de la muestra, Gloria Groom (Art Institute, Chicago), Guy Cogeval,( Presidente of the Museums of Orsay and Orangerie, Paris), Philippe Thiébaut( Musée d'Orsay, Paris), Susan Stein, (Metropolitan Museum of Art, New York) han escogido entre sus grandes colecciones, obras maestras de Edouard Manet, Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, Edgar Degas, Gustave Caillebotte y Frédéric Bazille, entre otros, relacionadas con la moda y la alta costura de mediados del siglo XIX, en un París considerado como la capital de las grandes metamorfosis del capitalismo de la época.
La transformación de la alta costura y la moda en un arte y ambos en un negocio millonario. La moda de París, ya por entonces, era el modelo universal de ese gran arte de imaginar, soñar y realizar trajes de alta costura. La mujer francesa, parisina, retratada por los maestros impresionistas, era una mujer cosmopolita, sometida a la tiranía de una moda que podía tomar la forma de seductorores vestidos de sedas, gasas o guipur, terciopelos y cintas, lazos...
Un mundo en constante cambio, que tomó carrerilla en aquella época y sin pretenderlo (o quizá sabedores de ello) los pintores impresionistas consiguieron plasmar en cada una de sus obras. A pesar de sus trazos rápidos podemos imaginar (y si acudimos al Museo del Traje comprobar en los vestidos del siglo XIX que hay expuestos, aunque no sean parisinos) que los vestidos de la época comienzan una revolución todavía más exagerada que la de los años sesenta, aunque quizás meno más ruidosa.
Una bonita exposición, Los Impresionista y la moda, que si bien no voy a poder ir a París a ver, estaría muy bien que se tornara itinerante.
Más información | Musée d´Orsay Imágenes | ABC En Embelezzia | El Museo del Traje nos inspira con el traje de baño a través de la historia