Basta de overbooking, de colas de embarque multitudinarias, de retrasos en los vuelos ... Tienes ya suficientes problemas a resolver como para preocuparte de horarios y gestiones en aeropuertos. Incluso a última hora no encuentras hoy día billete en primera clase y, cuando lo consigues, no respetan ya la privacidad de tu asiento ni el tono de voz del ambiente. Así no hay quien vuele cómodo ni concentrado.
Creo que la mejor solución para tí es contratar tu propia compañía aérea.
A veces tienes convocadas dos reuniones igualmente importantes en países distintos. Puedes anular una. Puedes estresarte intentando llegar a las dos. También puedes utilizar los servicios de compañías como Netjets, llegar tranquilo y "a matar" a las negociaciones importantes del día y con la satisfacción añadida de volver a dormir a casa.
Estas compañías trabajan con aeropuertos comerciales y privados, lo cual amplía tu mobilidad geográfica pudiendo aterrizar mucho más cerca del lugar de encuentro. La logística y la atención al cliente, más que impecable. El cliente, tú, eres el rey. Puedes hacer que te recojan en casa o en la oficina, y planean tus salidas según tus necesidades y costumbres.
Suelen tener una flota importante para enlazar en casi cualquier parte del mundo, con centro de operaciones en los cinco continentes. Aunque, como es lógico, para ciertos destinos el aviso de antelación será mayor. El ahorro de tiempo es sorprendente. El embarco con Netjets deja de ser un trauma: controles de seguridad rápidos y sin colas, a los diez minutos de llegar el avión despega.
Evidentemente, todos los vuelos son directos. La cabina del avión es tu territorio privado, toda para tí. Puedes aprovechar y reunirte con colaboradores o salir de vacaciones con la familia sabiendo que nadie te va a fastidiar el vuelo. Nada de trastear con tu equipaje ni que te lo devuelvan destrozado.
Será una nueva experiencia, sorprendente como muy poco. Conexiones antes impensables, intimidad asegurada para llamar durante el vuelo desde teléfonos codificados vía satélite y un servicio de catering on-flight digno del mejor restaurante en tierra firme. Ojea los menús, han pensado en todos los detalles. ¿Qué tal sorprender a tu socio o cliente principal con un almuerzo privado en el aire?
Sólo hay un inconveniente. Si pruebas un servicio de lujo de estas dimensiones, no volverás a pisar un aeropuerto comercial fácilmente. Alphonse le desea un buen vuelo, Señor.
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