NH Palacio de Tepa, un lujo de cinco estrellas en el centro de Madrid

Hace unas semanas se inauguró en Madrid el hotel NH Palacio de Tepa, situado en un palacete neoclásico en pleno centro de Madrid, al lado de la Plaza de Santa Ana. El edificio ha pasado por una rehabilitación que en su exterior nos hace disfrutar del aspecto que tenía en 1808 mientras que por dentro goza de todos los lujos que exige el viajero del siglo XXI.

Lo primero que aprecias cuando llegas a la recepción es la amplitud de espacios y lo bien que se ha integrado la arquitectura original, obra de Jorge Durán en colaboración con Juan de Villanueva (responsable del Museo del Prado) en los elementos más modernos gracias a un trabajo meticuloso del estudio de Ramón Esteve. Os invito a que cuando hagáis el check-in os deis una vuelta por detrás de la recepción del hotel ya que esconde unos restos arqueológicos que podéis ver en la galería, visibles a través de un cristal.

Si bien en la mayoría de los hoteles NH es el color verde el que predomina, aquí nos encontramos con una decoración sobria en tonos grises y tostados que no abruma y que acompaña al visitante en todas las estancias dando al hotel una unidad decorativa muy particular.

Si tuviera que decir qué es lo que más llama la atención de todos los espacios es la luz que entra a raudales por las grandes ventanas del palacio. Estas ventanas constituyen una de las claves de la decoración del hotel y el Barrio de las Letras de Madrid constituye el marco incomparable que acompaña al huésped desde que se levanta. Eso sí, pese a estar en el centro de la ciudad dentro del hotel no se oye mucho el ruido exterior ya que las ventanas están bien aisladas.

En el NH Palacio de Tepa podemos alojarnos en una suite, en 13 junior suites, 2 junior suite “Estado Puro” y 2 Premium en las que se respira lujo y buen gusto. En las habitaciones que pude recorrer encontré siempre un ambiente acogedor y una personalidad particular que hacen que cada rincón del recinto sea especial.

El hotel está construido en torno a dos patios de luces cubiertos por lo que todos los pasillos tienen bastante luminosidad. Entre las habitaciones más grandes, las que más me gustaron fueron las que estaban configuradas como un duplex, como podéis ver en la imagen superior y en las que se puede disfrutar de dos ambientes separados lo que permite a un huésped dormir mientras otro ve la televisión o disfruta de alguno de los servicios que ofrece el hotel como parte del room service.

En cuanto a la gastronomía, el NH Palacio de Tepa cuenta con el segundo Espacio Puro que el cocinero Tomás Roncero ha abierto en Madrid y ofrece una carta muy novedosa que siempre incluye algún plato de cuchara. Eso sí, si preferís disfrutar de la carta sin moveros de la habitación, es posible hacerlo gracias al efectivo room service que mezcla platos tradicionales como los callos a la madrileña con las tapas de Estado Puro y con la cocina internacional de más alta calidad.

Además del servicio de habitaciones, el hotel cuenta con una “Carta de Mimos” que a mí me encantó. En ella hay desde tratamientos de belleza hasta diversos tipos de almohadas, velas, sales de baño, esponjas, altavoces para el iPod y libros de arte. Para los más tradicionales también les es posible disfrutar de una “Carta de servicios premium” como el traslado en limusina por la capital, asesoramiento de rutas turísticas, gestión de entradas de espectáculos, mayordomía y toda una serie de servicios para hacer lo más cómoda posible la estancia a los huéspedes.

Entre las instalaciones del hotel, hay varias salas de lectura y de reuniones donde celebrar eventos para no más de 100 personas (mejor consultarlo con el hotel antes, ya que el número de plazas varía en función de cómo se coloquen las mesas). Tampoco podéis iros sin visitar el gimnasio, que cuenta con las últimas máquinas al servicio de los deportistas y en el que podréis escuchar vuestra música gracias a los altavoces adaptados para iPod que hay en la sala.

A mí me han dado ganas de alojarme en este hotel aunque yo tengo casa en Madrid. ¿A vosotros os pasa?