El famoso tratamiento cosmético premium de Guerlain, Orchidée Impériale, es la novedad en las perfumerías selectivas. Han reformulado la textura en crema y han renovado también el packaging, una vuelta al azul imperial de la marca.
Es la nueva generación del extracto molecular de orquídeas. Es el mismo tarro indicado para pieles normales a secas incorporando a su nueva fórmula el extracto de tres orquídeas más, seleccionadas por sus propiedades entre 30.000 especies distintas.
Su poder de regeneración es tan alto que no sólo trabaja para retrasar el envejecimiento cutáneo sino que quiere dar marcha atrás al proceso, rejuveneciendo la piel. Consiste en activar los seis mecanismos que mantienen activas (vivas) las células a distinto nivel y que quedan inactivos por el paso del tiempo. Dicho así de tirón puede que a alguien le pase desapercibido el detalle: rejuvenecer la piel, dar marcha atrás a la edad biológica de la piel. No sólo frenar el proceso de envejecimiento cutáneo: tratan de alargar tanto la vida activa de la epidermis que, utilizándola a diario, pueda rebobinar el famoso proceso de longevidad.
El recuento de años que llevan investigando la fórmula de este tratamiento cosmético llega a su 10º aniversario y, por supuesto, ése es el mayor precio a pagar por sus preciados (y preciosos) tarros y dosificadores.
Las personas que hayan probado sus texturas difícilmente se olvidan de ella: es consistente pero fundente, sedosa. La sensación en la piel es de confort aterciopelado. Sólo tengo palabras positivas para ella, no sólo por mi admiración por la firma sino porque es uno de los tratamientos más especiales y efectivos que he probado.
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