De la mano del fotógrafo malagueño Diego Díaz Marín, y de la top model Natalia Karimova, el diseñador italiano Roberto Cavalli presenta su nueva campaña publicitaria para la colección de accesorios primavera-verano 2014.
A través de un parcours por las instalaciones de lo que parece ser un palacete de arquitectura andalusí - que muy bien podría ser la Alhambra de Granada, aunque en realidad se trata del Castello Sammezzano en las Toscana italiana.
El estilista y este fotógrafo de moda - que comenzó jugando con el Photoshop en su casa de Torre de Mar, como un pasatiempo, y que, actualmente, se encuentra en Italia trabajando para la alta industria de la moda en lo que más le gusta: captar momentos -, nos invitan a descubrir la historia de una mujer que emprende un viaje emocional entre palacios nazaríes.
Después del éxito de su anterior trabajo juntos "Psychotic Love", Diego convenció a Cavalli para que la protagonista de la nueva campaña apareciese en escena contagiada por el síndrome de Stendhal al estar expuesta a auténticas obras de arte, especialmente cuando éstas son particularmente bellas o están expuestas en gran número en un mismo lugar.
Una reacción romántica ante la acumulación de belleza de la nueva colección de accesorios y la exuberancia de la arquitectura de este palacete construido en 1605 por orden de la familia Ximenes de Aragón.
Así pues, en los visuales de este shooting podemos ver a Natalia Karimova envuelta en una especie de sueño onírico, que le empuja a deambular por el interior de las estancias del palacete envueltas en una fría luz azulada, hasta que logra salir al exterior.
Allí, un torrente de luz y de color parece deslumbrarla, y donde la espera un camello al que no duda en abrazarse, para que le ayude a reponerse del vértigo y del mareo, volviendo a afianzar sus pies en la tierra.
El shooting, cuya secuencia de fotos parecen formar un Fashion Film, se termina con el despertar de su protagonista de esta ensoñación, pero nos deja el mensaje de que quien se anime a comprar los accesorios de esta colección estival podrá revivir este mundo sensual y fascinante, con acentos orientales a la manera Cavalli, cada vez que se los ponga.
¿Conocíais el trabajo de Diego Díaz Marín? Pues, os invito a entrar en su página web. ¡Os sorprenderá gratamente!
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