A la hora de aprovechar espacios, hay arquitectos que nos dejan con la boca abierta, como en la piscina cubierta que vemos en la imagen, en la que se han aprovechado unos antiquisimos techos abovedados, seguramente de una antigua capilla o bodega para hacer un spa, convirtiendo las entradas en maravillosas cristaleras que permiten la entrada de la luz natural y la salida del agua al exterior, por donde continúa la piscina, convirtiéndose en descubierta.
El ladrillo visto, hace un espectacular efecto con la parte sumergida de la piscina de baldosín o tesela blanco y con los chorros del jacuzzi y los asientos para disfrutar del momento spa. La foto es obra del artista italiano Andrea Bertaccini, de Tredistudio especialista en imágenes en 3D, y lleva por nombre Splitwater
¿No os parece que Splitwater es un lugar maravilloso donde pasar unas vacaciones?
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