Quien dice Nicolas Ghesquière, dice Balenciaga. A menudo es referido como el diseñador de los diseñadores y se le compara su habilidad de sentir y de darle forma a la moda con la de Yves Saint Laurent.
Nacido en 1971 en un pueblecito francés,Ghesquière mostró desde temprana edad afición por el diseño de moda, alentado por su madre, mientras que su padre le instaba a practicar deporte, equitación, esgrima, natación y muchas de sus colecciones están inspirados en ellos.
A los 14 años obtuvo una pasantía con Agnès B, y de allí pasó al atelier de Corinne Cobson, tras lo cual retomó sus estudios.Tras terminarlos, Nicolas trabajó de 1990 a 1992 como asistente del diseñador Jean-Paul Gaultier.
Después de unos trabajos poco edificantes en algunas marcas, y gracias a sus contactos con Marie-Amélie Sauve y Nathalie Marrec, de Balenciaga, Ghesquière consiguió un trabajo eventual, diseñando para el mercado asiático de la firma.
En palabras del diseñador:
Lo que muchos podrían llamar como el peor puesto en la moda, diseñando uniformes y ropa para funerales para el mercado japonés de Balenciaga.
Consiguió el anhelado ascenso tras una dura lucha y ha conseguido resucitar el genio de Cristóbal Balenciaga, consolidándose en el mundo de la moda de joven promesa a genio de la costura.
Nicolas Ghesquière mantiene Balenciaga entre las grandes firmas de la moda captando el espíritu del maestro de Guetaria a la perfección. ¿No os parece?
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