Kookaï es de esas firmas especialistas en punto, que sorprende con prendas de combinaciones llamativas y mucha fantasía. La marca se ha unido con Sibling, el trío más moderno en cuanto a diseño de punto del Reino Unido, para ponerle una nota de optimismo al inicio del otoño, a través de una colección Otoño-Invierno 2014/2015 de punto en colores vivos. Una colección de edición limitada.
El encuentro entre Kookaï y Sibling en la pasada London Fashion Week fue decisivo para la creación de estas prendas. Para poneros en antecedentes, Sibling nació de la mano de tres entusiastas del punto, inclinados hacia la rebeldía y el deseo de romper con las convenciones. La invitación de Kookaï despertó la curiosidad de los tres creadores, que desde que descubrieron las similitudes entre las historias de las dos marcas, no han dudado del proyecto.
Después de trabajar con casas tan prestigiosas como Galliano o Lanvin, Sid Bryan, Cozette McCreery y Joe Bates, crearon su propia firma en 2008. Su objetivo era reinventar el punto para moda masculina, inyectando humor a los diseños. Fue todo un éxito, ya que han ganado el Wool Mark Prize de 2013 y han mostrado sus colecciones en todas las ediciones de la London Fashion Week. Ahora han lanzado también su preciosa colección femenina.
Las colecciones de Sibling se caracterizan por las líneas masculinas, una actitud punk, puntos tejidos de formas convencionales, pasión por los detalles y esa excentricidad británica única. Su éxito, sin duda, reside en la destreza en las técnicas de punto.
La colección de edición limitada, está formada por siete looks, a partir de algunas de las creaciones más emblemáticas de Kookaï: Una falda de punto a rayas; El icónico vestido entallado de la firma, adornado con anchas rayas horizontales; Un abrigo de tartán en jacquard de estilo británico; y varios accesorios (bolsos, sombreros, bufandas y calcetines en tartán de punto), que añaden un toque diferente a los estilismos más sobrios.
La pieza central de la colección es un vestido de novia muy sofisticado, de estilo grunge y tejido a mano en ganchillo, bordado con lentejuelas e inspirado en el estilo del vestido Babouchka de lana que Yves Saint Laurent creó en 1965.
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