El genial Oscar Wilde decía en su Retrato de Dorian Gray: las mujeres corrientes suelen consolarse solas. Algunas lo hacen poniéndose colores sentimentales. Nunca te fíes de una mujer que vista malva, tenga la edad que tenga o de una mujer de más treinta y cinco a la que le gusten las cintas rosas. Siempre quiere decir que tienen una historia.
No me cabe duda que Anna Sui, su mundo malva y su edad, ya bastante alejada de los 35, no habrían sido de su gusto. Pero sí lo es del mío. No en vano cuando una plantó su pie castellano en tierras de Manhattan una de las primeras tiendas que fue a visitar, rauda cual correcaminos, fue la de Anna Sui (la segunda la de Betsey Johnson y tercera la de Patricia Field).
El estilo de Anna Sui es bohemio, propio de hippies no trasnochadas, con un toque de lo más girly y malva, muy malva. Y así es, como no podía ser de otro modo, su Campaña Otoño-Invierno 2011/2012 que nos muestra lo divertidas que son sus mujeres, su moda y su color.
Diga lo que diga Oscar Wilde, el malva ha sido considerado el primer color que cambió el mundo. Y es que hasta el momento, 1856, todos los colores se lograban exclusivamente de los materiales que nos ofrecía la naturaleza y es entonces cuando el químico Wiliam Perkin, buscando un remedio para la malaria, encontró casualmente la manera de crear color artificial.
Su primer color creado: el malva. Y Anna Sui, la primera diseñadora que lo ha tomado como su color corporativo (o al menos la que ha hecho de él su estandarte).
Amantes del malva, del estilo boho, de la moda de Woodstock reinventada...si éstos son tus gustos, Anna Sui sin duda os encantará.
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