Loewe, la firma de marroquinería española cambia de logotipo. Tras la huida forzosa de Stuart Vevers, de Enrique Oña Selfa o de Narciso Rodríguez, la única marca de lujo cien por cien española ha fichado como director creativo a J.W. Anderson un diseñador más conocido por sus extravagancias en la pasarela que por otra cosa.
Ahora mismo hay dos tipos de creadores internacionales, los puristas-minimalistas y los que intentan por todos los medios igualar o llegar a la suela de los zapatos al gran Alexander McQueen. Nenas, si Sarah Burton no llega vosotras tampoco. Después está Phoebe Philo que es la que marca las pautas de lo que se lleva y la que por tanto se lleva el gato al agua.
Los cambios de logo en firmas de prestigio planetario son escasas en parte porque tiende a despistar a la clientela. Si varías el logo de la marca suele pasar que la clientela piensa que está viendo artículos falsificados. El logo de Chanel, o el de Dior o el de Louis Vuitton no han sufrido grandes cambios a lo largo de su historia y por lo visto mal no les va.
Donatella Versace intentó dar un giro al apellido familiar añadiéndole el Donatella delante y el resultado fue un fiasco, todo se quedó en una minicolección de artículos de piel llenos de tachuelas, calaveras y colores flúor que creo que nadie compró. Cada paso de Donatella o cada decisión parece estar tomada a la ligera y basada en su intuición. Perfumes y Diseños, los dueños de Jesús Del Pozo eliminaron el nombre de Jesús por motivos religiosos (¿) y parece que les va bastante bien, aunque sigo pensando que sus colecciones son muy Font y nada DelPozo.
Hedi Slimane el diseñador-estilista de Yves Saint Laurent la primera decisión que tomó fue dejar sólo los apellidos del francés y eliminar su nombre para dejar claro que una nueva etapa acababa de comenzar en la mítica maison. Una etapa, oscura, sucia, y destartalada en la que las críticas a su gestión venían de todos los lados. Digo yo si no hay cosas mejores que hacer en YSL que cambiar el logo de la firma. Igual todo lo importante ya lo había hecho Pilati.
Loewe no necesita un cambio de logo. Loewe necesita una renovación de imagen que establezca y defina para la clientela y la prensa, los códigos internos de la firma que el público identifique como tal y que sobre todo esté basado en la piel, la marroquinería y la artesanía. Un nuevo diseñador que llega a una firma tan antigua no puede llegar como un elefante en una cacharrería. He visto fotos del nuevo packaging de la marca pero imagino que el logo diseñado por Vicente Vela en 1970 no cambiará en el Amazona. su bolso estrella.
Lo que parece claro es que Loewe y su logo es lo de menos en esta historia en la que lo importante es que el grupo propietario de la firma desde mediados de los 90’s va a invertir en la empresa del diseñador irlandés y la firma de española es el precio que va a tener que pagar el joven. Llamar un poco la atención de la prensa, mover un poco la firma y salir corriendo en cuanto pueda para dedicarse a su propia marca que será seguro su objetivo principal.
Quién sabe, igual me equivoco y entre LVMH y JW Anderson convierten Loewe en una marca imprescindible del panorama internacional, pero creo que han empezado la casa por el tejado. Lo primero que deberían hacer es enseñar a la gente a pronunciar bien Loewe.
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