Los vestidos estampados suelen ser peligrosos pero cuando el estampado combina todos los tonos de la gama cromática puede ser algo realmente preocupante. Si te lo cuentan puede sonar mal pero imaginarlo cuesta un poco, pero es Carlota Casiraghi la que nos lo trae a la realidad y lo salva con matricula de honor.
Todo ha ocurrido en el campeonato de salto de Montecarlo donde Carlota Casiraghi no lo ha dudado con este vestido de Missoni multicolor con un acabado en negro básico. Un vestido difícil pero que sin embargo la pequeña de los Grimaldi salva con nota. En muchas ocasiones lo más importante es la percha y el estilo, lo demás viene rodado. Los zapatos de color negro tampoco han sido su mejor elección pero a ella, le perdonamos casi todo.
Fotos | Cordon Press
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