Con motivo de la celebración de los primeros 110 años de la marca Montblanc, ayer tuvo lugar una fiesta por todo lo alto en el Rainbow Room de Nueva York a la que asistieron entre otros invitados, clientes y amigos de la casa los flamantes embajadores plenipotenciarios de la firma. A saber: el guapísimo Hugh Jackman y Carlota Casiraghi.
Para tan importante ocasión, Carlota optó por un precioso bustier de tirantes con cuello en V confeccionado en una tela brocada de seda color amarillo tirando a oro que iba adornada con unos vivos de pasamanería plateada formando un gracioso corsé diseñado por Alessandro Michele para la colección Resort 2016 de Gucci. Sobre este corsé, las petites mains de la firma habían bordado unos apliques de pasamanería plateada que añadían un toque de originalidad al traje.
Aunque los Grimaldi mantienen una relación de amistad con Karl Lagerfeld que data de tiempos de Grace Kelly, no hay que olvidar que Carlota fue elegida por la gran Frida Giannini como rostro de Gucci durante varias temporadas y claro, ¡nobleza obliga!
La mamá del pequeño Raphael llevaba el pelo suelto, peinado con suaves rizos y recogido detrás de la oreja con una bonita peina. Carlota es tan guapa que no necesita demasiado maquillaje para brillar con luz propia, tan sólo una buena base, un poco de blush y un labial en tonos anaranjados. La única nota de color: las uñas pintadas de un rojo muy vivo. Vestida así, Carlota demostró, una vez más, que es heredera de una de las familias con más estilo del Gotha.
Para rematar el look de esa noche, la hija de Carolina de Mónaco se puso un collar de diamantes a juego con unos pendientes firmados por Montblanc. Entre los invitados a la fiesta se pudo ver también a Kate Bosworth vestida con una fantástico traje firmado por Raf Simons para Dior, a Olivia Palermo y a las modelos Sara Sampaio y Emily DiDonato todas sofisticación y transparencias.
No sé que os parecerá a vosotros, pero en mi opinión este vestido le sienta a Carlota infinitamente mejor que el de satén blanco de Chanel que se puso para el último Baile de la Rosa que, además de parecer una chilaba marroquí que ya la quisiera para ella la mismísima Sherezade, le marcaba tanto la tripa que se desataron todas las alarmas comentando la posibilidad de que pudiera estar de nuevo embarazada. Así que, esta vez, ha preferido no correr riesgo innecesarios.
Fotos | Cordon Press
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