Con las prisas Blake Lively se olvidó de ponerse la parte de abajo del vestido

A Blake Lively le está pasando lo que a Santiago Segura cuando le dio por promocionar la película "Torrente" por todos los platós de las televisiones, sólo que Santiago iba siempre de uniforme con pantalón de chandal negro y con camiseta de merchandising. Blake, en cambio, no tiene horas suficientes durante el día para poderse cambiar más veces de outfits.

Blake que ya ha cumplido 28 años, y que está embarazada de su segundo hijo, parece haberse tomado con deportividad y buen humor la promoción de la película "The Shallows". La antigua protagonista de la serie de la TV "Gossip Girl" todavía no ha dado muestras de cansancio, y tampoco se puede decir que haya dado un paso en falso en lo relacionado a los modelitos que está luciendo en lo que está siendo está gincana de plató en plató.

Todo este despliegue se lo debemos al director de cine catalán Jaume Collet-Serra pues él ha sido quien confió en ella para que interpretase el papel de una surfista en apuros. Blake interpreta el papel de Nancy quien mientras está practicando surf en el mar se ve amenazada por un tiburón blanco lo que la obliga a encaramarse a una boya. Desde esta posición puede ver la orilla a tan sólo 100 metros pero no alcanzarla por culpa del escualo, teniendo que poner a prueba todos su recursos y su voluntad para salir del paso.

Esta mañana se la vio paseando por las calles de Nueva York presumiendo de piernas gracias a un vestidito mini de color azul con cuello a la caja, adornado con amplios bolsillos con solapa y botones sobredimensionados colocados a la altura de las caderas, y con unas curiosas mangas pegadas a la sisa por medio de unos ojales remachados que habían sido unidos por un cordón de cuero del mismo tono.

Para completar su atuendo la actriz llevaba un clutch a juego con unas sandalias modelo Miziggoo de Christian Louboutin adornadas con tachas doradas y unos aretes de oro de su amiga Lorraine Schwartz. Felicitamos de corazón a Blake por su sentido del estilo, y el estar demostrando a diario que se puede estar embarazada y llevar tacones con garbo.