Que levante la mano una lectora que hasta los 8, los 10 o los 13 no hiciera ballet, o gimnasia rítmica, o piano, o solfeo... cómo les gustaba a nuestras madres este tipo de cosas. Las que le cogieron gustillo siguieron, las que no, lo dejaron, como yo. Taylor Swift ya dejó el ballet atrás, pero desde luego su último look parece recién salido de Fama a Bailar.
Tiene varias cosas buenas y varias malas. Empecemos por lo bueno: es sencillo, fácil de copiar y con prendas fáciles y baratas. Sólo necesitas unas bailarinas, una mini con vuelo en rojo o rosa y un top de lycra muy ajustado de negro.
Es como uno de esos estilismos que utilizas cuando no tienes ganas ni tiempo de muchas complicaciones: para hacer la compra, pasear el perro, una cita con amigas de última hora y sin tiempo...
La mala, como tengas que correr, lo que ayer mismo le ocurrió a una chica frente a mi en el metro, se te va a ver lo que no quieres. Estas faldas de vuelo son muy traicioneras, más si son tan cortas. El segundo inconveniente es que si vives en Califormia debe estar muy bien en febrero, pero aquí, hasta abril, ni se puede pensar en algo asi.
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