Parece que está que se sale, tanto Sandra Bullock como su última película Gravity. Aunque aún no he tenido el placer de verla, las críticas son inmejorables y las de sus apariciones en la alfombra roja también. Anoche estrenó en Tokyo y no pudo hacerlo mejor.
Me gusta, encanta, enamora y deleita mi vista su vestido de escote bañera y volante bordado en el bajo de Carolina Herrera Resort 2014. Es sencillo pero epata, sofisticado pero sin disfrazarla, que nunca ha sido ejemplo de glamour que digamos. Una gran elección por parte de la actriz que sin embargo dio un pie en falso.
Ese error no está en otra cosa que en sus pies. Esos Charlotte Olympia negros con plataforma deslucen el vestido y su color, no pegan ni queriendo.
De hecho este vestido requiere unos salones de puntera afilada, tacón fino y por favor, sin plataformas y mucho menos de color negro. Yo creo querida Sandra, que tanto mirar a la luna se te ha olvidado mirarte a los pies.
Si es que estar en la órbita fashion con cada aparición es es de lo más complciado.
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