Guillermo y Máxima de Holanda llegaron anoche a París para un viaje de dos días a Francia con vistas a reforzar los intercambios económicos entre los dos países. Después de haber sido recibidos con gran pompa, Máxima mostró su interés por visitar el Museo del Louvre.
Resulta que el museo está exponiendo dos retratos, el de Maerten Soolmans y el Oopjen Coppitla firmados por Rembrandt y adquiridos conjuntamente por Francia y Holanda a la familia Rothschild por la módica cantidad de 160 millones de euros.
La curiosidad de la reina Máxima por estos retratos que sólo se han podido ver una vez en ciento cincuenta años nos ha ofrecido una imagen impagable en la que se la puede ver de espaldas dando rienda suelta a su interés por estos retratos del gran pintor holandés del siglo XVIII.
Esto ha permitido que podamos observar con atención su espectacular traje-abrigo confeccionado en un paño color rosa palo empolvado con apliques de encaje tono sobre tono rematado por un vivo de perlitas translúcidas y otro de raso.
Un modelo firmado por el diseñador holandés Claes Iversen que combinó con un sombrero de rafia de Fabienne Delvigne de hace dos años y unos salones del mismo tono. Como suele ser habitual, Máxima Zorreguieta llevaba guantes de cuero (dejando descubierta la mano derecha para poder saludar) y un clutch rígido un tono más fuerte.
Aunque el diseñador preferido de la reina es el belga Edouard Vermeulen de la firma Natan, lo más probable es que esta noche opte por hacerle un guiño al holandés Mattijs van Bergen por aquello de hacer patria y ayudar a promocionar la moda holandesa en la capital del glamour y de la sofisticación.
¿Qué os han parecido los pendientes en forma de lagrimón en cuarzo rosa? Quedan bien con esa pamela tan aparatosa, ¿no os parece?
Fotos | Cordon Press
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