La celebración del 50 aniversario del Rey Guillermo de Holanda ha sido uno de los eventos más sonados en las Monarquías Europeas esta semana. Todos estábamos esperando a ver la elección de la Reina Máxima para tal celebración y su estilismo no ha dejado indiferente a nadie. Está claro que a ella no le gusta pasar desapercibida y que suele apostar por estilismos recargados y complementos muy llamativos y hoy no ha fallado a su ya tradicional estilo.
La Reina de Holanda ha elegido un vestido de color lila completamente bordado con cuerdas doradas y flores en tonos violáceos por todo el vestido. Una obra de arte algo trasnochada que, sin embargo, salva de la catástrofe que podía haber sido. Como complementos elige una estola bicolor de la misma gama y un bolso bastante sobrio en tono morado. Podemos destacar las impresionantes joyas que luce, dos pendientes de diamantes en cascada, dos pulseras también de diamantes "art decó" y varias alianzas. Es cierto que al look no le falta de nada pero tampoco nos llama demasiado la atención en ella, está hasta favorecida.
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