Hoy arranca el Festival de Cannes y lo hace con una dosis extra de glamour, con Nicole Kidman convertida en Grace de Mónaco. La actriz australiana se transforma en Grace Kelly en su nueva película (que tiene el honor de inaugurar esta noche el Festival fuera de competición), un reto que puede permitirse porque como estrella y como mujer atraviesa su mejor momento. Esta noche pisará la alfombra roja y por supuesto, en Trendencias analizaremos su estilismo.
Lo mismo que Michelle Williams se atrevió con Marilyn Monroe, Kate Beckinsale con Ava Gardner y Scarlett Johansson con Janet Leigh, Nicole Kidman celebra 30 años de carrera convertida Grace Kelly. Nicole es una gran actriz sin miedo a nada y es una de las mujeres más influyentes de Hollywood, de las pocas que resisten una comparación con las grandes divas del cine clásico.
A punto de cumplir 47 años, Nicole es Grace Kelly, que tenía 33 cuando ocurrieron los hechos que narra la película de Olivier Dahan que tiene el honor de inaugurar el Festival. Pese a esa diferencia de edad, la australiana se hizo con el codiciado papel de la estrella de Hollywood convertida en princesa frente a rivales como Charlize Theron, Gwyneth Paltrow, Rosamund Pike o January Jones. El reto era monumental, pues emular a Grace Kelly puede parecer a priori una tarea imposible. Estamos hablando de una de las mujeres más bellas y fascinantes del cine, una estrella a la que Alfred Hitchcock, que la dirigió en tres ocasiones, definió como «una dama, algo infrecuente en las películas de Hollywood, y una verdadera actriz, inteligente y única».
Por su parte, los Grimaldi zanjaron cualquier duda sobre su apoyo a la película cuando el 2 de mayo hicieron público un comunicado en el que aseguran que "se trata de una producción, una página de la historia del Principado, basada en referencias históricas erróneas y literarias dudosas". Así que la polémica está servida.
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