Embarazarse es iluminarse, sentirse radiante, todo es happy, hasta las noticias. Eso dicen, al menos y lo que menos te apetece es entrar en la cueva del terror del parque de atracciones o escuchar a Marilyn Manson. Eso en un embarazo medio, claro que las celebrities viven en un mundo paralelo.
El de Zoe Saldana está repleto de negro, su color fetiche con bebé o sin él. Está plagado de prendas que a priori son difíciles en un embarazo, como faldas lápiz o corsarios pitillo.
Por lo demás es natural como ella misma, poco maquillaje, peinado natural, sonrisa, tacones naturales (alejados de esos killer heels que llevaba la Beckham hasta cuando dio a luz). Ahora, esa camiseta que se nos ha plantado es digna de estudio.
Quizás Punset dijera que es una reminiscencia del subconsciente por el miedo ante el parto o un adelanto de la duda vital ante el nuevo ser que traes a este inmundo mundo, en forma de viñeta del insconciente. Lo cierto es que la Saldana se nos ha plantado una calavera de tomo y lomo en el punto justo en el que su bebé debe dar más patadas que Bruce Lee.
Oye, no sé, a mi me parece raro, raro pero quizás imponga una moda.
Fotos | Gtres
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