Si hace unas semanas os hablamos de Kristen McMenamy, toda una supermodelo de los 90 que vuelve a surgir con fuerza, hoy le toca el turno a otra gran modelo de la misma quinta y que también ha estado a la sombra de las más grandes, pero que por talento y trayectoria merece su reconocimiento.
Se trata de Shalom Harlow, una modelo que los más jóvenes quizás la reconozcan por ser imagen reciente de H&M la temporada pasada o por ser imagen de la campaña de cosméticos de Chanel en los últimos años, pero que tras de sí tiene una trayectoria de lo más dilatada.
Nacida en Canadá en 1973, posee en la actualidad 37 años, pero eso no ha sido óbice para verla desfilar recientemente. Su gran afición desde muy pequeña era el ballet, afición que le sirvió posteriormente para crear un estilo propio a la hora de desfilar, excesivamente sobreactuado y amanerado (recomiendo ver vídeo al final del post), pero imitado por muchas modelos de hoy en día, incluso llegó a crear una tendencia en pasarela que muchos ya denominaban Shalom’s Style.
Su descubrimiento no deja de ser curioso, al menos la versión oficial, que cuenta cómo Anne Sutherland, creadora de la agencia canadiense Sutherland Models, conoció a Shalom Harlow cuando ésta tenía 16 años en un concierto de The Cure, donde la cazatalentos le sugirió que podría tener futuro en el mundo de la moda.
Sí, ella fue una de esas extrañas privilegiadas que sin comerlo ni beberlo le llegó la oportunidad. ¿Sospechoso? sí, para qué negarlo, pero a falta de otra versión habrá que darla por buena.
El caso es que pronto comenzaron sus trabajos como modelo, abandonando sus estudios de secundaria y de ballet y comenzaría a viajar a Toronto y Montreal, donde daría sus primeros pasos en el mundo de la moda, más concretamente con una sesión para Elle Quebec y posteriormente su primera portada para el magazine canadiense Images en 1993.
Y desde allí le esperaba París, su prueba de fuego. Su altura y sus rasgos llamaron poderosamente la atención de los diseñadores que por aquel entonces no confiaban en nadie que no fuera considerada una Top con mayúsculas.
Pero Shalom lo consiguió, y encabezaría una segunda hornada de supermodelos en la primera mitad de los noventa junto a su mejor amiga Amber Valletta, con la que se llegó a rumorear que tuvieron algo más que simple amistad.
Su debút como modelo de pasarela tuvo lugar en París en 1993 para Christian Dior y posteriormente en la alta costura para Valentino. Su mandíbula marcada junto al contraste de sus ojos claros y cabello moreno gustaron y mucho, de hecho al año siguiente se convertiría en imagen de Gianfranco Ferre, Alberta Ferretti y Chanel con el perfume Coco.
Cayó en gracia a Karl Lagerfeld que pronto la consideró como una de sus favoritas, convirtiéndose en una de las fijas en los desfiles de Chanel tanto de Ready to Wear como de Alta Costura y llegando así a sus años más intensos como modelo que irían desde 1995 hasta el 2000.
Durante esos años consigue importantes portadas como las de Cosmopolitan, Marie Claire y distintas versiones de Vogue, destacando especialmente esta mítica portada que veis a continuación junto con su inseparable Amber Valletta para Vogue UK en 1995 y que repetirían meses más tarde para la versión americana y años después para Harper’s Bazaar.
Además se convertiría en imagen de Versace (1997 y 1999), L’Oréal (1997) y Armani (1998) entre muchos otros. Durante esos años también recibiría diversos reconocimientos como el premio VH1/Vogue a la mejor modelo del año 1995. Ese mismo año haría sus primeros pinitos en la televisión presentando un programa en la MTV junto a Amber Valletta que se había convertido en la compañera inseparable de Shalom Harlow.
Esa soltura que adquirió en la televisión le valió para dar el salto al mundo del cine, consiguiendo papeles principales en películas que pasaron inadvertidas como In&Out ó Cómo perder la cabeza y películas con un tanto más de relumbrón como Vanilla Sky y The Salton Sea junto Val Kilmer.
Tanta implicación en el mundo del celuloide hizo que poco a poco Shalom Harlow se fuera alejando de las pasarelas, sobre todo a partir del año 2000, donde prácticamente se dedicaría principalmente al mundo del cine.
De todas formas no abandona del todo el mundo de la moda, si bien su ritmo sobre la pasarela es menor, los años siguientes la seguimos viendo desfilar para Chanel, Dior, Gaultier y por supuesto Viktor&Rolf, ya que Shalom es la auténtica musa de la pareja holandesa.
Lo que no abandonó fueron las campañas, algo que está mejor recompensado y que resulta menos sacrificado para una supermodelo como nuestra protagonista, apareciendo en campañas como las de Gap (2002), Tifany & Co (2005) o Ralph Lauren (2006) y sobre todo campañas de cosméticos como las de Guerlain o Nars.
Desde el 2007 a la actualidad su caché vuelve a subir como la espuma, ya que vuelve a ser solicitada para campañas importantes como las de Chloé junto a Freja Beha y Anja Rubik, Valentino, y sobre todo las campaña de H&M y la línea cosmética de Chanel con quien ha repetido las tres últimas temporadas, que ponen de manifiesto que Shalom Harlow está viviendo una segunda juventud.
Imágenes | Zimbio
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