Una modelo acusa a Louis Vuitton de dejarla fuera de la presentación de su colección Crucero «por grande» (y usa una talla 34)

Hace unos días os hablábamos del desfile de presentación de la colección crucero de Louis Vuitton que se ha celebrado en Tokio. Pudimos ver los modelos que se presentaron, pero hay una historia detrás de ese desfile de la que no hemos tenido noticia hasta hoy... y que nos ha puesto los pelos de punta. No es la primera vez que oímos acusaciones de crueldad e incitación a la extrema delgadez en los castings de los grandes desfiles internacionales. De hecho, Balenciaga y Lanvin fueron (mala) noticia precisamente por ello durante la última Semana de la Moda de París. La diferencia, esta vez, es que ha sido una modelo quien ha dado la voz de alarma, contando su experiencia en primera persona en un post de Facebook que está revolucionando el mundo de la moda.

La modelo danesa Ulrikke Louise Lahn Høyer explica en su post que sabe que la gente piensa que trabajar en la industria de la moda es todo glamour, pero que hay una cara B de la que pocas veces tenemos noticia. También habla de su experiencia desde niña como tenista y de la importancia que siempre le ha dado a una nutrición saludable, y de cómo siempre se ha considerado «más grande» que sus compañeras de casting, que, en muchas ocasiones, habían perdido sus menstruaciones, experimentado cambios en el color de su piel o vivían una relación enfermiza con la comida.

A continuación, habla de su experiencia en Japón. «Acabo de regresar de Tokio porque se ha cancelado mi presencia en el desfile por ser demasiado grande (uso una talla 34-36)». Confiesa que, en el momento del casting en el que se seleccionaron las modelos para viajar a Japón, sus caderas medían 92 centímetros, por lo que pensó que no sería elegida, pero confirmaron su presencia tras cierta insistencia en que estuviera presente por parte de la firma. El día antes de viajar a Japón, sus caderas habían bajado medio centímetro (hasta 91,5), por lo que se sintió aliviada.

Los problemas comenzaron con las pruebas de vestuario, en las que asegura que todo fue como había ido en el casting de París. Pero, más tarde, Ulrikke recibió una llamada de su agente, que le indicaba que Alexia Cheval, la responsable de la selección, había utilizado términos como «estómago muy hinchado» o «cara hinchada» para referirse a su aspecto, junto a una recomendación que decía «Ulrikke debe beber solo agua durante las próximas 24 horas».

Al día siguiente, Ulrikke decidió hacer un desayuno mínimo porque estaba muy hambrienta. Aunque cree que la directora de casting no llegó a descubrirla, a las pocas horas recibió la noticia de que su segunda prueba de vestuario se aplazaba indefinidamente y, posteriormente, que su participación en el desfile quedaba cancelada. Ahora ya no solo había un problema con su cara o su estómago, sino también con su espalda.

Tres horas después, estaba en un avión de camino a casa. Confiesa que se sintió muy humillada, y que no dudó en decidir que jamás volvería a trabajar bajo esas condiciones. De hecho, en su publicación, no duda en afirmar que el problema no es con todo el personal de la firma sino con algunos directores de casting y, sobre todo, con el hecho de que las tallas que salen a la pasarela están pensadas para chicas con desórdenes alimenticios. De hecho, pide a quienes vean los desfiles que se fijen en cómo incluso las tallas más pequeñas les quedan flojas a las modelos.

Por último, celebra ser una modelo de veinte años y no una niña de quince a quien una experiencia como esta podría conducir a graves problemas de inseguridad y dolor de por vida. Ni Louis Vuitton ni los responsables de casting aludidos han respondido por el momento.

Imágenes | Facebook.

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