No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Es un dicho popular que bien podría aplicarse a la percepción que tenemos sobre nuestras cejas, de cuya relevancia nos percatamos únicamente cuando presentan algún problema. Y es que no podemos olvidar que las cejas cumplen una función fisiológica de protección de los ojos frente a las agresiones externas que podrían dañar el globo ocular. Así, este vello protege al ojo tanto del sudor o el impacto de los rayos del sol, como de los cuerpos extraños e irritantes que pueden encontrarse en suspensión en el aire.
Pero sin duda, en un momento en el que las cejas han cobrado gran protagonismo dentro los cánones de belleza actuales, su aspecto y cuidado, cobra más importancia si cabe. Atrás quedó la moda de depilar las cejas finas, casi con un diseño minimalista (una tendencia nada saludable para el vello de esta zona). Ahora se llevan gruesas, con gran protagonismo en la mirada e incluso con un cierto aire desaliñado (las conocidas bushy eyebrows de Cara Delevigne ). Y, como consecuencia, nuestro tocador se ha llenado de productos de maquillaje para cejas que permiten definir y embellecer este elemento del rostro que enmarca la mirada y define la expresión como ningún otro.
Causas de unas cejas despobladas
¿Qué ocurre entonces cuando nuestras cejas empiezan a perder densidad? Puede ser el efecto de la extracción repetida a lo largo de los años o también como consecuencia de una cicatriz o quemadura. Aunque también las cejas pueden sufrir lo que se conoce como madarosis, la pérdida de pelo que nos afecta tanto física como psicológicamente, debido al gran impacto que tiene en nuestra imagen. Esta pérdida puede estar asociada a la alopecia, pero también a tratamientos médicos agresivos como la quimioterapia o la radioterapia, así como otras enfermedades que afectan a esta área.
En estos casos la solución debe ir más allá del maquillaje, que es capaz de definir y rellenar temporalmente pequeños huecos en nuestras cejas, pero no de sustituirlas por completo con un acabado natural y estético. Tanto si nuestras cejas tienen calvas como si han desaparecido por completo, la única solución eficaz hoy en día para volver a tener pelo en las cejas es el microtrasplante.
Trasplante de cejas: ¿en qué consiste?
Seguramente aunque muchos han oído hablar del injerto capilar, desconocían que este tratamiento se utilizase para repoblar el vello de las cejas. Pero lo cierto es que el trasplante de cejas es la única solución definitiva para repoblar esta zona de manera permanente, ya sean pequeñas zonas o en su totalidad. Porque, aunque existen soluciones estéticas temporales como la micropigmentación, solo el vello real logra cumplir su función fisiológica y estética en las cejas.
Aunque existen soluciones estéticas temporales como la micropigmentación, solo el vello real logra cumplir su función fisiológica y estética en las cejas
Actualmente, la técnica más avanzada en este sentido es la conocida como "Follicular Unit Extraction" o FUE que permite repoblar las cejas pelo a pelo a partir de la extracción en el área donante, situada en la zona posterior del cuero cabelludo. Para ello será necesario rasurar pequeñas superficies de esta zona de la cabeza, con un resultado mucho menos perceptible que en el caso del trasplante en el cuero cabelludo. Y es que lo que se extrae de la cabeza son unidades foliculares que contienen uno o dos pelos para "repoblar" las zonas de la ceja que lo requieran o la ceja al completo.
Todo ello, en una intervención con anestesia local que dura entre tres y cuatro horas y se realiza en quirófano, con médicos y enfermeros especializados. Centros especializados en trasplante de cejas como la clínica Insparya en Madrid, han conseguido mejorar la precisión y acortar los tiempos de la intervención mediante un un equipo de doble extracción motorizada de desarollo propio, Insparya Dual Extraction Device, que se emplea en quirófano.
Un proceso indoloro
Se trata de una operación microinvasiva indolora, más allá de las molestias lógicas causadas por la aplicación de la anestesia, a la que pueden someterse tanto hombres como mujeres, una vez superen el examen médico inicial.
Y es que, según los profesionales del centro capilar Insparya, el proceso comienza con la valoración en consulta, en la que se aborda el origen de la pérdida del pelo para plantear posibles tratamientos médicos complementarios para las patologías asociadas. Así, en función del tipo de alopecia, la microcirugía podrá ir asociada con algún tipo de tratamiento que permita erradicar el problema.
A su vez, en esta primera valoración se determinará el número preciso de unidades foliculares necesarias para el microtrasplante de cejas en función de la forma y el grosor natural de las cejas del paciente. El objetivo es recrear el aspecto original de las mismas, estudiando previamente su morfología y logrando un efecto rejuvenecedor de la mirada. Para ello, se recurre al dibujo de un diseño previo al que el paciente tendrá que dar el visto bueno de cara a lo que será su aspecto definitivo.
El cuidado después del trasplante de cejas
La recuperación del microinjerto de cejas es sencilla, rápida e indolora. De hecho, tras el trasplante, el paciente puede irse a casa y realizar tareas cotidianas.
La recuperación varía según seamos más estrictos o menos en seguir las recomendaciones médicas, que tendrán en cuenta principalmente nuestros hábitos alimenticios. Por otro lado, es normal que aparezcan pequeñas costras en la zona del injerto, aunque desaparecerán tras la primera semana.
Los resultados, comenzarán a ser visibles pasados seis meses a partir de la intervención y serán definitivos hacia el año. Eso sí, conviene recordar que entre la cuarta y sexta semana el pelo trasplantado se cae para dejar paso al nuevo. Es el proceso habitual.
El trasplante de cejas es ideal para cubrir zonas despobladas por el efecto de las depilaciones
Por otra parte, el trasplante de cejas cuenta con una serie de particularidades respecto al de cuero cabelludo, especialmente en lo referido al ángulo en el que se coloca el vello o el número de pelos que contiene cada folículo implantado. Por eso, el paciente sometido a trasplante de cejas notará al principio que los pelos van a estar como desorganizados.
Para disponerlos de una manera estética, se recomienda usar un poco de cera hasta que tengan un aspecto más natural. Hay que tener en cuenta que los ciclos de renovación del pelo facilitarán con el tiempo un vello con características cada vez más propias de una ceja. Aunque el ritmo de crecimiento de este será superior al normal de una ceja, por lo que se aconseja cortarlas periódicamente para dejarlas con un largo de entre 8 y 10 mm.
Vuelve a definir tu mirada y tu expresión en Insparya
Una vez tomada la decisión, tendremos que dar con un centro médico especializado en la técnica FUE que nos garantice el éxito del trasplante. Desechando las opciones "low cost" que tan poca confianza generan, en Madrid podemos encontrar una clínica inaugurada recientemente por el futbolista Cristiano Ronaldo. Se trata de Insparya, un centro sanitario de 2.500 m2, con 18 quirófanos dedicados exclusivamente al trasplante de pelo y que cuenta con un equipo médico formado por profesionales que tienen el reconocimiento de las sociedades mundiales más prestigiosas, que practica una medicina personalizada y centrada en el paciente.
Más de 35.000 trasplantes capilares avalan su experiencia y lo convierten en un centro de referencia no solo para el tratamiento definitivo de la alopecia o el injerto de ceja, sino también para la reconstrucción de trasplantes capilares u otros procedimientos mal ejecutados.
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