Por fin da comienzo la Semana de la Moda de Nueva York, aunque la verdad es que hemos estado descubriendo las pre-colecciones de otoño hasta hace cuatro días. Pero siempre tenemos ganas de ver más y más moda.
Las primeras en presentarse han sido las colecciones que no desfilan en las carpas de Bryan Park. Los desfiles salen carísimos (entre 150.000 y 200.000 euros), y con los tiempos que corren muchos diseñadores han optado por hacer showrooms privados en vez de los desfiles habituales. Uno de los que ha escogido esta opción ha sido Peter Som, que nos muestra una colección muy lady, con faldas por debajo de la rodilla, algunos estampados abstractos muy coloridos, chaquetas cortas y abrigos tres cuartos.
Mientras tanto, la joven diseñadora Lyn Devon renueva el vestuario business mezclando el gris con colores más vivos como el rojo o el morado. Los estampados de flores en chaquetas y pantalones, y las telas brillantes aportan un toque atrevido a la colección.
Por último, Jenni Kayne, apuesta por los básicos que sirven durante el día o para alguna ocasión más especial. Me suele gustar mucho su ropa porque hace cosas sencillas, sin artificios, pero que resultan muy chic y que sirven de inspiración a la hora de revisar tu propio armario.
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