Sexo en Nueva York es la serie con más estilismos y looks que hemos tenido en nuestras pantallas. Nos ha inspirado para crear nuestro propio armario, encontrar nuestro estilo y atrevernos a jugar con la moda. Pero, a pesar de sus miles de outfits diferentes, hay uno que se convirtió en el símbolo de Carrie Bradshaw: el tutú rosa con el que aparece en los créditos iniciales. Un tutú que podría no haber hecho historia si los productores hubieran escogido esta secuencia alternativa.
El director de la serie Darren Starr contó en una entrevista a Entertainment Weekly que "había dos estilismos. Uno era el tutú rosa con el que el autobús salpicaba a Carrie. El otro era un vestido azul con el que no se mojaba, si no que tropezaba al ver su anuncio". Parece un detalle pequeño y sin importancia, pero ¿os imagináis lo diferente que habría sido la serie con este vestido azul? Para empezar, nadie habría querido tener una falda de tul de bailarina pasados los 12 años.
Y es que no es solo un cambio de vestuario, también lo es de actitud. La salpicadura que el autobús deja a Carrie es un símbolo de la Gran Manzana y de su ajetreo en hora punta; frente a ese tropiezo torpe que la periodista sufre en esta realidad alternativa. El vídeo se ha lanzado por el 20 aniversario de la serie de HBO, recordándonos lo importante que es escoger bien el look.
Fotos | Sexo en Nueva York.
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