La máxima de Alexander McQueen es siempre la de sacarnos del mundo real y transportarnos a algún lugar dramático lleno de poesía y romanticismo. La directora creativa de la firma Sarah Burton se encarga de que esto ocurra, incluyendo siempre alusiones históricas en sus inspiraciones. Con la colección primavera-verano, la marca ha tomado a la protagonista más dulce de los cuentos de hadas y le ha dado un toque moderno, grunge y lleno de actitud. ¿Princesa, guerrera o ambas?
Entre las prendas que se presentaron ayer durante el desfile de Alexander McQueen destacan los vestidos largos hasta los pies realizados en encaje y seda de color nude, que rompen su imagen romántica con chaquetas embroidered y bustiers de cuero muy sexys y estructurados. También vimos vestidos de lana tejidos de diferentes formas: patchwork y crochet con estampados de amapolas y rosas. El equilibrio perfecto entre el mundo punk y un toque muy bohemio recién salido de Romeo y Julieta.
Sin embargo, si hay algo que destacó por encima de todo lo demás fueron sus pantalones tailored realizados en tartán gris. A veces acompañados por chaquetas de sastre y otras con mini kilts, Alexander McQueen demostró que el traje de chaqueta puede ser muy grunge y aún tiene cabida dentro de la tendencia sporty. Fuerza, romance y belleza son los tres adjetivos que mejor definen esta colección.
Romanticismo punk
Vestidos vaporosos, femeninos y muy dulces se combinan con cinturones, bikers y bustiers de cuero para darles más fuerza, porder y un toque muy punk. El equilibrio perfecto de fuerzas para pasar de princesa a amazona.
Pantalones escoceses
El tartán es un estampado que siempre ha estado muy unido a la firma, siendo reinterpretado cada temporada para hacerlo más moderno y actual. Esta primavera-verano tampoco nos olvidaremos de él, en su versión más grunge y británica ochentera.
Jerséys y vestidos de lana estilo granny
Otra de las propuestas que más ha gustado sobre la pasarela McQueen han sido sus diseños en lana. Prendas realizadas mediante las técnicas del crochet y el patchwork que podrían resultar muy antiguas y tradicionales (como los jerséis que nos hacían las abuelas), pero que Sarah Burton ha dado un toque rebelde y rompedor.
Rosas y amapolas
El estampado floral no podía faltar en una colección tan mágica y llena de dramatismo. Esta temporada llega en su formato más contundente, con embroidered y en volumen en 3 dimensiones para que no se escape ningún detalle.
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Fotos | The Impression
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