Se acerca el verano, y el cuerpo nos pide aire libre: playas, parques y, cuando estamos en casa... ¡terraza! Instagram es, muchas veces, nuestra fuente de inspiración, y en este ocasión, no iba a ser menos. Nos hemos encontrado con terrazas, azoteas, balcones... y todos nos han enamorado y nos han hecho sentir unas ganas de terribles de plagiarles la idea.
Con vistas a la montaña
Pocas formas mejores de relajarse después de un duro día que sentarnos en una terraza en medio de las montañas.
O con vistas al mar
No hace falta que discutamos si preferimos playa o montaña. Tenemos terrazas para todos los gustos.
Minimal urbano
El blanco y los suelos de teca dominan esta espectacular (y enorme) terraza.
Y minimal rural
Muy similar a la anterior, pero con predominio de la madera sobre el blanco, para encajar mejor en el entorno natural al que se asoma.
Rústica y campestre
Un look muy mediterráneo, predominio de la piedra y elementos decorativos árabes.
De aire industrial
Con muebles de palets y bobinas industriales reconvertidas en mesas.
Con vistas a la plaza Roja de Moscú...
No parece un mal lugar al que mirar cada mañana, con una taza de café delante.
...o al Guggenheim de Bilbao
Para meter el arte dentro de casa.
Un vergel en la terraza
No muy apta para alérgicos, pero ideal para urbanitas amantes de la naturaleza.
...o en el balcón
La escasez de espacio no es excusa para no convertir un rinconcito en un pequeño (o gran) jardín.
Una cama en el bosque
Despertar en una terraza con vistas al cielo y las copas de los árboles no parece una experiencia fácil de olvidar.
Un salón con vistas
Con sillones, alfombra y una iluminación cuidada, esta terraza es más una prolongación del salón, con la ventaja añadida de disfrutar del aire puro.
BBQ time
El verano es tiempo de barbacoas, y ya no necesitamos tener una casa en el campo para disfrutarlas.
Desconectando de la ciudad
Un edificio clásico, con un minibalcón de hierro forjado puede ser la opción ideal para una cena para dos en la que desconectar del mundanal ruido.
Aprovechando el espacio al máximo
Disponer de pocos metros cuadrados de terraza no es excusa para no disfrutarla. Un par de asientos cómodos, una mesa y... ¿quién necesita más?
Un despacho con vistas
Un balconcito, por pequeño que sea, es la excusa ideal para trabajar al aire libre... aunque sea delante del portátil.
Para matar de envidia
Una piscina en la terraza ya es el paraíso en sí misma, pero si le añadimos unas paredes de cristal para bañarnos en el infinito, podemos matar de envidia a cualquiera que nos vea.
Fotos | Instagram.
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