El calor que estamos sufriendo estas últimas semanas está siendo muy loco. Con toda España "ardiendo", la búsqueda de trucos para sobrellevarlo es común. Y aunque cada maestro tiene su librillo (uno de nuestros must es recurrir a las cremas efecto frío), es de agradecer que las recomendaciones no paren de afluir.
Una de las que más nos ha llamado la atención proviene de Twitter (¿cómo no?) y aboga por vestir de color negro. Sí, el color que de toda la vida nos han dicho que no es nada recomendable.
Por lo visto, si nos ponemos a mirar cómo visten los pueblos del desierto, la gama cromática oscura es muy común. Tenemos reciente la película 'Dune', ¿de qué color visten sus personajes? De verde oscuro.
Y la explicación la encontramos en la ciencia. Aunque efectivamente, los objetos negros absorben la radiación que les llega y los blancos la reflejan. Cuando hablamos de sentir calor tenemos que tener en cuenta que cuando nos ponemos ropa nuestro cuerpo también emite radiación. El sudor es una forma de que el cuerpo regule su temperatura interna. Liberas moléculas de agua llenas de energía que cuando se evaporan abandonan la piel.
Si vestimos ropa clara el calor se reflejará. Mientras que, por el contrario, si vestimos ropa oscura, este se absorbe por la ropa impidiendo que vuelva hacia el interior del cuerpo.
Si además, utilizamos ropa ancha, el efecto de frescor se intensificará porque esto permite que se generen corrientes de convección entre la ropa y el cuerpo, que ventila. Siguiendo esta lógica, de no tener ropa negra amplia, otra opción sería usar ropa blanca ajustada. Así lo concluyen un estudio sobre el tema publicado en 2014 y Arturo Quirantes, profesor de la Universidad de Granada, España y autor del blog de divulgación científica "El profe de Física".
Aún así, también deberíamos tener en cuenta el tejido de la ropa porque puede influir en la forma en la que nuestro cuerpo combate el calor. Debe ser transpirable. Según un estudio publicado por Susan L. Sokolowski, experta en tecnología de materiales de la Universidad de Oregon, el algodón es la opción más ligera y fresca. Y deben evitarse los tejidos sintéticos de fibras de poliéster porque dificultan la sudoración. Otros materiales señalados por estudios como más fresquitos son el lino y la seda. Y como más calurosos, la lana.
Fotos | Gtres, Imaxtree, Dune