Corto, sencillo y elegante ¿hablamos de la última película del omnipudiente Tom Ford? No, hablamos del Little Black Dress, un término tan utilizado como quizás desconocido. Hoy en nuestro especial diccionario de la moda: el Little Black Dress.
Elegante como una dama fumando en boquilla, sencillo como el minimalismo ya olvidado y neutro como la moda que mejor perdura en nuestro armario el avatar de las tendencias. El vestido de cóctel o Little Black Dress es el gran conocido desconocido. Todos sabemos que fue Cocó Chanel su creadora pero no todos sabemos las vicisitudes por las que ha pasado un vestido que soporta sobre su elegante espalda desde guerras a lutos o enemistades.
Vestido de damas, de Audreys de la vida que se bañan o les gustaría bañarse en diamantes, prenda preferida de la realeza cuando no quiere desentonar, el LBD o Petite Robe Noir en francés es uno de los términos más utilizados en moda.
Audrey era una alocada de la vida y del champán pero los orígenes de la prenda que convirtió en mito son diametralmente opuestos.
En la época victoriana el vestido ceñia su utilización al luto requerido, dos años llorando por dentro (o no) y por fuera (invariablemente si): el primer año y un día, luto riguroso sin ningún tipo de adornos. Los siguientes 9 meses era permitida la utilización de seda negra, los posteriores 3 meses, únicamente era requerido un lazo , tocado o broche negro, para en los últimos 6 meses ser posible la utilización de tonos básicos.
¡Cómo hemos cambiado y cómo hizo la Primera Guerra Mundial esta tradición tan anacrónica muy común en las calles de sus ciudades!
Pero no sólo se vistió de muerte en sus comienzos, se dice que Coco Chanel diseño el vestido perfecto en 1919, su LBD, respondiendo a la muerte de su amante Arthur Edward Capel, el hombre que le ayudó a fundar su primera tienda en París y su gran amor.
El Vogue Americano, con ojo tan avizor como de costumbre, lo haría suyo fotografiándolo en 1926 y lo describió como el Ford de Chanel, por su practicidad y su eclecticimo independiente del estatus social de la mujer
Un tipo de uniforme para todas las mujeres con buen gusto
Así definiría Vogue la prenda fotografiada y así la lucirían las flappers de los años 20 para proclamar su rebeldía y liberación.
Sus adoradoras se contabas por decenas de miles, pero también sus detractores: el nuevo uso del negro sonprendía y ofendía. Mítico ya es el rifirafe entre el gran enemigo de Chanel en sus comienzos, Paul Poiret y la dama díscola de la moda. Este, ante esta nueva moda le espetó a Chanel:
Por quién está usted de de luto? Por usted Señor Poiret
Nada pudo con él. Las guerras y sus viudas lo popularizaron, la gran depresión lo ensalzó, con la llegada del tecnicolor al cine (los directores preferían su uso por que no distorsionaba la imagen) las divas lo eligieron. La segunda guerra mundial, las femme fatales de los 50 con la Dietrich a la cabeza, la llegada de los mods, Desayuno con Diamantes o el minimalismo…las mujeres ya nunca lo abandonaron y si una cosa ha dejado clara es que nunca llevaremos luto por él, es eterno como Audrey.
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