Cuantos más aparatos electrónicos se actualizan y están disponibles en su versión wireless, menos tolerancia noto que tengo a los viejos cables de toda la vida. Es algo que me molesta especialmente en mi home office, probablemente debido al estrés del trabajo y que a veces me lleva a que mi escritorio y sus alrededores tengan que estar ultra ordenados y en armonía para sentirla yo también por dentro. Sin embargo, los cables pueden ser verdaderamente indomables y antiestéticos.
Los que sean como yo o, simplemente, quieran tener un despacho lo más Pinterest posible, tendrán un enemigo número uno en casa: las regletas. Y es que, por mucho que nos esforcemos en decorar con estilo cualquier rincón de la casa, siempre habrá un cable poniéndolo dificil. Por eso las cajas y soluciones para ocultarlos se han convertido en parte creciente del stock de tiendas con productos para el hogar.
Es el caso, por ejemplo, de Tiger, la cadena danesa de artículos de bajo coste, donde podemos encontrar una caja en color blanco o azul oscuro (casi negro) y con relieve de una undulación de líneas verticales. Este invento transforma una antiestética regleta en un elemento que se integra en el entorno como un objeto decorativo más y pasa desapercibido.
TIger
Las medidas de este cubre cables acanalado de plástico son de 33 x 13 x 11. Y las razones de por qué es un best seller se cuentan solas. Aunque a ello contribuye que su precio sea de solo 10 euros. El artículo se puede encontrar tanto en las tiendas físicas de Flying Tiger como a través de su canal online.
Cubre cables
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Foto de portada | Unsplash
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