Las generaciones Millennial y Z no tenemos nada que ver con los anteriores Baby Boomers o la Generación X. Parece que, más que nunca, nos tomamos al pie de la letra las palabras de la canción Forever Young y no encontramos nunca el momento de crecer. La palabra “adulto” se convierte en palabrota y nadie quiere etiquetarse como tal. Si acaso, practicamos el #adulting, que es mucho más cool y se puede subir a redes sociales.
¿Qué es el #adulting? En resumen, lo que antes llamábamos “existir y crecer”. Es decir, hacer cosas como vivir fuera de casa de nuestros padres, pensar en qué hacer para cenar, pagar facturas, poner lavadoras y llamar al fontanero. Actividades sin demasiado glamour que no encajan en nuestro feed de Instagram pero que son absolutamente necesarias. El #adulting no es una opción sino una forma de vida que haríamos bien en dominar llegada una cierta edad.
Ya lo dice Meg Jay, en su TED Talk "Por qué los 30 no son los nuevos 20". Sí, los 30 vienen después, según la psicóloga, el 80% de los momentos claves en la vida pasarán a los 35. Sin embargo, Jay afirma "en los 20, el cerebro se reprograma para la adultez. Si hay algo a cambiar de sí mismos, ahora es el momento."
Acepta la responsabilidad
Por supuesto, uno de los grandes placeres de la vida es quejarse de ella, de las cosas que te pasan y no puedes controlar. De acuerdo, dedícale un tiempo pero no te quedes encallado en ese punto. Pasa página y toma la responsabilidad de hacerte cargo tu propia felicidad. ¿Si no lo haces tú, quién lo va a hacer?
Ama con locura
Sí, con locura, pero no solo con las hormonas. Todos sabemos que los amores adolescentes son pasionales e intensos pero amar con locura en versión #adulting requiere poner corazón y alma en ello. Puede que te hayan herido pero no hay razón para esconderse o amar desde el miedo. Ama tan completamente como puedas, no hay otra manera de hacerlo y disfrutarlo. No temas mostrarte vulnerable. Sí, puede que te vuelvan a hacer daño pero ¿cuál es la alternativa: vivir en una cueva?
Aprende a alquilar un piso
Si creías que alquilar un piso era ir a ver apartamentos y enamorarte a primera vista de un piso precioso-grande-luminoso que además es un chollazo, tendrás que repensarlo. Puede que exista el flechazo pero hay muchas, muchísimas cosas que considerar antes de poner tu firma debajo de un contrato. Cuando vayas a ver un piso, llévate una pequeña lista:
- comprueba los grifos
- escanea las paredes y el suelo para encontrar manchas de humedad
- abre las ventanas y comprueba el nivel de ruido
- abre los armarios para ver el espacio que tendrías disponible
- pide garantías e instrucciones para todos los electrodomésticos incluidos en el apartamento
- comprueba que la llave entre bien y la que puerta de entrada sea segura
- valora si necesitas plaza de parking o hay sitio en la calle
- visita el barrio a diferentes horas del día para hacerte una idea de dónde vas a vivir (si no te gustan las sorpresas).
Aprende a hacerte un presupuesto
Sobrevivir independientemente con tu propio dinero probablemente sea la peor parte del #adulting. Olvídate de las maratones de shopping y gastarte 200 euros en maquillaje en Sephora. No, gastarte tu propio dinero no es tan divertido como gastar el de los demás, pero una vez has llegado a la edad adulta es bastante inevitable. Tendrás que adentrarte en el aburrido mundo de marcarte un presupuesto: ver cuánto ganas, qué gastos fijos tienes y que te queda para dedicar a zara.com o la happy hour.
Consigue un trabajo
Otra parte primordial de crecer es convertirse en una persona económicamente independiente. No vale casarse con un rico aristócrata. Al menos, no es lo más probable que ocurra. Primer paso, crear un currículum impecable y adecuado al trabajo que estés buscando. No importa que no tengas experiencia previa, un buen CV no depende de eso. Prepárate bien las entrevistas cuando te llamen para conocerte en persona y dalo todo cuando empieces a trabajar. Ya lo dice Rihanna, #workworkwork.
Compra mejor, redefine tu armario
Redefinir tu armario es parte del gran plan de eliminar de tu vida todo lo que es superfluo. Compra prendas de calidad, piensa en qué te pones y qué piezas tienes abandonadas en el fondo de tu armario. Quizás el kimono de Zara parezca la mejor idea para este verano, ¿pero te lo vas a poner dentro de 3 años? Considera tu trabajo y cuál es el dress code. Libera espacio y deshazte de gastos innecesarios. Tu "yo" adulto te lo agradecerá.
Piensa que siempre tienes tiempo
Una cosa es vivir como un adulto y otra muy diferente es que tengas que construir el imperio de Beyoncé antes de los 30. Una vez tengas dominado el #adulting podrás pasar a idear un plan para conseguir tus objetivos vitales y laborales. Piensa que Ray Kroc no fundó McDonald's hasta los 52 años (y se pasó la vida vendiendo vasos de cartón y mezcladores de batidos) y que Amancio Ortega abrió su primera tienda de Zara con 39 años. Siempre hay tiempo, lo importante es que sigas avanzando.
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