Tras la fiebre de colorear llega a nuestras vidas una nueva tendencia creativa llena de nostalgia: el Origami. Y al igual que la moda anterior no sólo es la mar de divertida, también está llena de beneficios. Una forma de relajarse, liberar tensiones y concentrarse en una manualidad artesanal al alcance de todo el mundo.
Los libros para colorear para adultos fueron el éxito editorial del año 2015, copando los primeros puestos de best-sellers tanto en las librerías de siempre como en las tiendas online. Pero eso ya es cosa del pasado. Si tú también caíste bajo la fiebre de los rotuladores, pero ya te has empezado a aburrir de combinar colores, estás de suerte: ahora puedes practicar Origami.
Según los editores, el 2016 se va a convertir en el año de doblar y plegar y la fiebre ya comenzó con la maravillosa charla Ted que dio el matemático y experto en Origami Robert Lang y que lleva ya la increíble cifra de dos millones de visionados:
También son varios los libros que podemos encontrar sobre este arte: Zen Doodle Origami, la ilustradora Carolyn Scrace es uno de ellas, pero también los hay que combinan la labor de colorear con la de doblar, como Colour-gami: Colour and Fold Your Way to Calm o Zen Origami: 20 modular forms for meditation and calm. Títulos que esperamos que pronto se traduzcan al castellano y nos proporcionen muchas horas de entretenimiento y estado Zen.
El Origami nació en el siglo XVII en Japón y la palabra viene del japonés "ori", que significa "doblar", y de la palabra "kami", que significa "papel. El objetivo es de lo más sencillo: crear figuras en tres dimensiones doblando una delicada lámina de papel sin necesidad de usar tijeras o pegamento en el proceso.
Para los aficionados al Origami una de las maravillosas cosas de este arte es que sólo necesitas seguir paso a paso unas sencillas instrucciones para conseguir resultados asombrosos, sin necesidad de tener una habilidad especial o formación. Algo tan simple como tomarse el tiempo para ir doblando poco a poco una lámina de papel puede ser muy relajante. El mundo desaparece a tu alrededor y tú sólo te concentras en tus manos y en ese trozo de papel. Esa combinación única de creatividad y de seguir las reglas al milímetro dan mucha paz a quienes lo practican.
Fotos: Pixabay.com
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