Durante mucho tiempo la salud mental ha sido un tema tabú. Algo sobre lo que no se habla, ni se pregunta ni se comenta nunca. Por suerte, en los últimos años cada vez más personas y celebrities han comenzado a abrirse sobre sus trastornos psicológicos lo que ayuda a normalizarnos y alejarnos del silencio y la estigmatización.
En cualquier caso, todavía sigue siendo difícil saber cómo hablar sobre salud mental con las personas que padecen algún problema, siendo delicados y respetuosos. Especialmente si nosotros nunca hemos pasado por ello. Por ello, es importante saber si es recomendable o no preguntar, cómo hacerlo y qué decir o no decir.
Que las preguntas que hagas no contengan juicios y denoten apoyo
Desde el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Columbia han publicado una guía sobre cómo preguntar a nuestros amigos por su salud mental. Lo primero que recomiendan es que nos planteemos realmente qué tipo de relación tenemos con esa persona, cuánto hace que la conocemos y cuánta confianza tenemos y cuánto nos ha contado esa persona o sabemos sobre su salud mental. Esto nos dará pistas sobre cómo acércanos a esta persona.
Además de eso, la clave estaría en mostrar apoyo y realizar comentarios o preguntas que no supongan ningún tipo de juicio hacía la otra persona. Algunas tan sencillas como "¿Cómo te encuentras?", "¿Hay algo de lo que quieras hablar?", "¿Puedo hacer algo?", "¿Qué te gustaría que fuera diferente?" pueden ser suficiente. En general, es mejor preguntar que afirmar, pero si lo hacemos, que sea para demostrarle a la otra persona que tiene nuestro apoyo y estaremos para lo que necesite sin juicios ni consejos no solicitados sobre lo que necesita hacer con su vida.
Señálale los cambios que has notado y te preocupan
Cuando nos preocupamos por la salud mental de otra persona suele ser porque hemos notado cambios que nos llaman la atención y nos ponen en alerta. Beyond Blue es una organización australiana de apoyo a la salud mental y el bienestar. Esta organización ofrece algunas recomendaciones con respecto a las preguntas que podemos hacer a un amigo por el que estemos preocupados.
Una de ellas es señalar las cosas que nos han hecho preocuparnos y preguntar con respecto a ellas. Desde Beyond Blue recomiendan cosas como "Últimamente no pareces tú mismo, ¿ocurre algo?", "He notado que no sales mucho con nosotros estas semanas, ¿está pasando algo?" o, simplemente, señalar directamente que estamos preocupados por esta persona.
Escucha lo que la otra persona tiene que decir (y respeta lo que no quiere decir)
Escuchar a otra persona no es solo prestar atención a lo que dice, si no también respetar cuando no quiere decir nada. Que hagamos todas las preguntas "correctas" no quiere decir que la otra persona vaya a querer respondernos o hablar del tema y es importante que los respetemos. Podemos indicarle abiertamente que respetamos su decisión, pero que estamos para él o ella si en algún momento sí quiere hablar.
Si la otra persona quiere contarnos lo que le ocurre, es importante que no juzguemos lo que nos cuenta. Una buena forma de demostrar que estamos escuchando y de animar a reflexionar al respecto es reformular las cosas que nos ha dicho. Desde Beyond Blue hacen algunas recomendaciones de frases como "Por lo que me cuentas, estas últimas semanas han sido difíciles: háblame más sobre ello si quieres", "¿Cómo te afecta esto?", "Tómate tu tiempo, sé que es difícil hablar de ello" o "¿Cómo está siendo todo esto para ti?".
Anímale a pedir ayuda
Tanto si quiere hablar contigo como si no, si estamos preocupados por la otra persona puede ser buena idea animarle a pedir ayuda. Animar no significa obligar ni presionar, si no más bien indicarles que existe esa posibilidad y que tiene tu apoyo si decide hacerlo.
Estás para apoyarle
Hablar de salud mental no es fácil casi nunca. Que esta persona hay decidido abrirse contigo y compartir algo contigo es muy especial e importante. Por ello, si lo hace, evita cualquier juicio o cualquier solución mágica. Las personas que sufrimos problemas de salud mental como ansiedad, etc., ya sabemos cosas como que tendríamos que preocuparnos tanto porque no hay motivos, o que tenemos razones para ser felices, pero no podemos evitar lo que nos ocurre.
Por ello, en vez de eso, es buena idea apreciar que haya hablado contigo y centrarte en la otra persona y lo que ella necesita. Cosas como "Estoy aquí para ayudarte en lo que tú necesites, no estás solo o sola", "Gracias por compartirlo conmigo, no ha debido ser fácil", "¿Qué puedo hacer por ti?", "Si me estoy sobrepasando o interfiriendo demasiado házmelo saber", "¿Has pensado en buscar ayuda? ¿Puedo ayudarte con ello?" son excelentes opciones.
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