Casi la mitad de los españoles ha sufrido soledad no deseada en algún momento de su vida, y es algo más frecuente entre mujeres que entre hombres según el Barómetro de la soledad no deseada en España. La neurociencia ha revelado el efecto de la soledad en nuestra salud mental, a nivel fisiológico y hasta en cómo procesamos la información, pero a pesar de saberlo y de que esta situación afecta a tantísimas personas que hasta la Organización Mundial de la Salud está dando la voz de alarma sobre ella a escala mundial, puede llegar a pasar desapercibida.
Comprender las señales asociadas con la soledad son el primer paso para evitar que la soledad se convierta en un problema de salud física y mental. Según la psicología, hay comportamientos específicos que suelen mostrar aquellos que tienden a sentirse más solos a medida que envejecen.
Tienen mayor dependencia de la tecnología
Según un estudio de SoledadES, el 50,1% de los españoles considera que la tecnología combate la soledad no deseada. Y puede que sí, pero "la dependencia excesiva de las formas digitales de comunicación a veces pueden reemplazar las interacciones cara a cara más significativas", afirma a Parade la Dra. Holly Schiff, psicóloga. Aunque pueda resultar un buen sustituto en algunos momentos o circunstancias, como vimos en la epidemia de la covid-19, no sustituye las interacciones físicas, y siempre es conveniente tener cualquier tipo de interacción social que salga de una pantalla.

Miran compulsivamente la televisión
Existe una señal de soledad relacionada con la tecnología y es pasar horas delante de la televisión. Puede convertirse en una forma de pasar el tiempo sin preocuparse por las necesidades emocionales, simplemente viendo la vida pasar. Para la Dra. Hannah Yang esta es una de las primeras señales de soledad que hay. "Es posible que estés viendo un programa sin parar para sumergirte en una historia en la que otras personas se conectan", asegura, pero cuando el programa termina y se apaga la tele, nos damos cuenta de nuestra falta de conexión y eso nos hace sentir aún más solos.
Tienen un interés repentino en hablar con personas que no conocen
Cuando empecé a trabajar desde casa, empecé a salir menos y a tener menos interacciones sociales. Me di cuenta de que el tiempo que hablaba con el cajero del Mercadona aumentaba, pero también con el panadero, el técnico de gimnasio y cualquier persona con la que me cruzara. Como si fuera una necesidad. Esa muestra repentina y fuera de lo común fue una señal inequívoca de que me sentía sola, y esas conversaciones informales me parecieron un auténtico salvavidas. Si lo vemos en personas que envejecen y que nunca han sido de hablar con gente desconocida, podemos considerarlo una señal a tener en cuenta.
Son muy nostálgicos
La Dra. Schiff asegura que "si alguien se siente solo, puede encontrar consuelo en el pasado, pensar demasiado en ese período y sentirse nostálgico", especialmente si hace una referencia a un período de su vida en que tenía más interacciones o relaciones sociales. Y aunque recordar puede ser un gesto bonito, vivir en el pasado puede ser una vía de escape para evitar vivir en el presente donde esa persona se siente sola.
No piden ayuda
Tal y como explica Schiff, ese rechazo a pedir ayuda puede deberse a un sentimiento de orgullo porque la independencia puede parecer algo deseable y digno de admiración, pero puede conducir a una mayor soledad. Si necesitan ayuda y evitan pedirla, podría “conducir a un mayor aislamiento”, asegura la experta, agregando que “prefieren hacerlo todo solos, incluso a costa de su bienestar".

Han dejado los hobbies que siempre les habían gustado
Nuestros intereses cambian igual que cambiamos nosotros, pero perder interés o dejar de hacer actividades que antes te encantaban y que sigues pudiendo hacer, puede ser una señal de algo más. "La soledad puede provocar una disminución del sentido de propósito, lo que hace que las personas pierdan el interés en pasatiempos o actividades que antes disfrutaban", asegura Schiff. Dejamos de leer, descuidamos el jardín, dejamos de cocinar… Perdemos interés en aquellos hobbies que antes nos hacían felices. Esa pérdida de interés puede provocar que no nos sintamos realizados y que la sensación de aislamiento y soledad se acentúe aún más.
Fotos | Anil Reddy en Unsplash, Mykyta Martynenko en Unsplash, Aaron Andrew Ang en Unsplash, BoliviaInteligente en Unsplash
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