En ocasiones nuestro pasado se aferra a nosotros como un bebé a la mano de su madre. Y aunque siempre debe servirnos para aprender, vivir en él no es lo mejor. El cambio hacia otra dirección se nos puede antojar complicado, especialmente cuando tenemos heridas aún por sanar. Te pongo un ejemplo, romper con tu pareja y superar una ruptura puede darnos vértigo. El futuro se nos antoja complicado, y puede que sientas que no encuentras tu sitio, pero la psicología nos dice que obsesionarse con el pasado puede crear un ciclo de pensamientos negativos del que es difícil salir.
Las investigaciones confirman que tendemos a aferrarnos a las cosas porque las sentimos como parte de nosotros y si las dejamos ir, creemos que estamos perdiendo una parte de nuestra existencia. Iria Reguera, psicóloga y directora de Trendencias nos advierte de algo: “por pura supervivencia, no podemos pasar todo el día obsesionados con el pasado”. La experta asegura que “la creencia de que ya ha pasado el momento y de que hemos perdido nuestra oportunidad puede ser la que más enganchados a esa situación nos mantenga.” Pero tal vez estés recibiendo señales de que es el momento de aceptar el cambio y avanzar, según la psicología.
Estás reviviendo constantemente cosas que pasaron
La psicología nos dice que es perfectamente normal repetir en nuestra mente hechos pasados para aprender y crecer, pero cuando estos recuerdos comienzan a consumir tu mente, es una señal de que estás estancado en el pasado. De nuevo volvemos a la ruptura de la que hablábamos antes. Pensar en qué salió mal, tratar de entender a base de dar vueltas en círculos quién tuvo la culpa, o revisitar una y otra vez esos momentos te impide disfrutar del presente y planificar el futuro, como si en lugar de vivir solo estuvieras pasando por la vida. ¿Te suena? Pues es una señal de que es hora de dar un paso.
Evitas nuevas experiencias
Lo desconocido puede parecer aterrador, sin embargo cuando nos aferramos al pasado es posible que nos sintamos cómodos y seguros. Pero la vida está llena de nuevas experiencias que vivir, personas a las que conocer y lugares que descubrir. Si siempre las rechazas, cuidado, evitar nuevas experiencias significa perderse el crecimiento personal y la felicidad de descubrir algo nuevo.
La negatividad está siempre presente en tu vida
Es normal sentir negatividad de vez en cuando, especialmente en momentos complicados, pero castigarnos constantemente por errores del pasado o comparas tu situación actual con una pasada y sentirte siempre a medias, no es bueno. Este tipo de negatividad puede ser agotadora e impedirte ver lo bueno de tu vida actual.
Sientes mucho rencor y resentimiento
Sentir cualquier emoción es algo natural. De hecho como bien nos explicaba Reguera, las emociones no son positivas o negativas y todas son perfectamente válidas, pero aferrarse a sentimientos de resentimiento solo nos hace daño a largo plazo. Es como llevar una bolsa llena de piedras que cada vez te dificulta más avanzar.
Practicar el perdón no solo es bueno para el resto, también para nosotros y es un rasgo que suelen poseer las personas genuinamente buenas. Ese perdón es lo que hace que las buenas personas dejen atrás los errores del pasado y no guarden rencor a quien le hizo daño en el pasado. Además, hay estudios que demuestran que el perdón puede ayudar a una mejor salud física y mental. Si eres incapaz de perdonar a los demás o dejar de guardar rencor, podría ser una señal de que estás estancado en el pasado.
No eres capaz de disfrutar del presente
Sin darte cuenta es posible que estés viviendo en el pasado y que eso te esté impidiendo disfrutar del presente. Volviendo al ejemplo de la ruptura, puedes recordar constantemente los viajes que hacías con tu pareja hasta cuando estás viajando con tus amigos. Si te das cuenta de que piensas constantemente en lo que fue en lugar de en lo que es, es probable que sea una señal de que estás atrapado en el pasado.
Estás experimentando estrés y ansiedad
El estrés es una respuesta natural de nuestro cuerpo que puede despertarse ante un desafío. No todo el estrés es malo, de hecho para el cerebro es una respuesta a un peligro, y un poco de estrés a corto plazo puede resultar útil. Pero si siempre te sientes con ansiedad o estrés tenemos un problema. A nuestro cerebro le cuesta distinguir entre hechos pasados, presentes y futuros, así que cuando nos obsesionamos con hechos pasados, nuestro cuerpo reacciona como si estuvieran sucediendo ahora mismo.
Tu pasado está afectando tus relaciones
Volvamos de nuevo a la ruptura. Has superado a tu ex, y has conocido a alguien, pero constantemente tus experiencias pasadas están causando problemas en tus relaciones actuales y no confías en esa nueva pareja. Déjame que te diga algo desde la experiencia: cada persona que conoces es una nueva persona, con su propio conjunto de experiencias y rasgos únicos. No son las personas de tu pasado y merecen ser conocidas por lo que realmente son. Dejar atrás el pasado te permite relacionarte de manera más honesta, y eso es bueno para ti y para quien llega a tu vida.
Fotos | Oscar Keys en Unsplash, Thomas Griesbeck en Unsplash, Kyle Broad en Unsplash
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