Si duermes bien pero te levantas cansado estos son los siete tipos de recarga que tienes que poner en práctica

Un descanso óptimo es esencial acompañarlo con hábitos de vida saludables

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Dormir y descansar van de la mano, pero no son lo mismo. ¿Cuántas veces has dormido largo y tendido y sin embargo te has despertado agotada? Es evidente que no podemos solo culpar a las horas de sueño de nuestro nivel de energía, y es que la calidad de las mismas es lo más importante. Para poder descansar necesitamos desconectarnos también de las preocupaciones laborales, académicas y familiares, entre otras.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología, más de 12 millones de personas en nuestro país no descansan de forma óptima y más de 4 millones padecen algún tipo de trastorno del sueño crónico y grave. Por ello es esencial conocer cuáles son esos otros tipos de descanso que necesitamos más allá de dormir porque el periodo de sueño es necesario para evitar el agotamiento físico y mental, pero no es suficiente para recuperar al 100%  la energía y la vitalidad.

Descanso físico

El cansancio físico lo reconocemos rápidamente. Nos pesan las extremidades, se nos cierran los ojos y nos cuesta mantenernos concentrados en las tareas del día. El cuerpo no está pidiendo dormir. De hecho, según indica un estudio científico, el sueño es crucial para las funciones metabólicas y de balance energético y a su vez interviene en la memoria y la regulación emocional.

Descanso mental

Seguro que alguna que otra vez has tenido la sensación de que tu cabeza va a estallar. Resulta casi imposible concentrarte y puede que incluso te cueste conciliar el sueño de noche. La clave está en poder disfrutar de un descanso mental, que no es otra cosa que desconectar tu cabeza de las obligaciones diarias.

Aquí entra en juego la importancia de apostar por actividades que te permitan esa huida del bucle en que puede entrar tu mente. También una continua sobreexposición al móvil y demás aparatos tecnológicos puede ser contraproducente para un buen descanso mental, de ahí que la ciencia recomiende un détox digital para paliar estas situaciones.

Descanso sensorial

Estamos completamente sobre estimulados con el entorno que nos rodea, las luces de las pantallas, el tráfico, los olores fuertes, el ruido permanente. La meditación con técnicas de respiración profunda, podría convertirse en una gran vía de escape a todos estos estímulos con lo que convivimos día tras día.

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Descanso creativo

Los trabajos creativos, muchas veces hacen que una vez que la jornada laboral haya terminado, nuestra mente siga maquinando posibles ideas y propuestas. Esto puede llegar a desembocar en cierta frustración por una falta de contenido que consideremos de calidad, de ahí que tomarnos un descanso creativo sea también muy necesario.

Según una investigación científica, estar en entornos naturales estimularía la curiosidad y fomentaría la flexibilidad y la imaginación, todo ello distrayendo nuestra mente del trabajo y potenciando así las ideas creativas.

Descanso emocional

Ayudar a resolver los problemas de los otros, lidiar con situaciones familiares complicadas, discusiones de pareja o con amigos pueden dar lugar a una sensación de agotamiento. El descanso emocional nos ayuda a procesar mejor todas estas emociones, por ello el tiempo a solas es clave, para priorizar nuestras necesidades por encima de las de los demás sin tener que complacer a al resto, según explica un estudio.

Descanso social

Esta muy relacionado con el anterior, y es que estoy segura de que alguna que otra vez ha salido de tu boca la frase de: "hoy no tengo batería social". Para evitar estas situaciones basta con priorizar lo que quieres hacer en realidad y dejar de lado las obligaciones sociales a las que tendrías que acudir por puro compromiso, sin que te generen verdaderas ganas de estar ahí.

Descanso espiritual

Este punto no se centra en prácticas religiosas, que también pueden tener cabida, sino en actividades como el yoga o la meditación que promueven la conexión con el propio yo y buscan una unión mayor de nuestra cabeza con nuestro cuerpo. Disciplinas que pueden ser tus grandes aliadas para conseguir un descanso espiritual.

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