El yoga se ha posicionado como una de las disciplinas de cabecera para muchas. No solo recurrimos a este deporte para tonificar los músculos de nuestro cuerpo o conseguir un extra de flexibilidad, sino que también buscamos en sus ejercicios esa capacidad para evitar los dolores de espalda, así como una ayuda extra para mejorar nuestra postura corporal. Por supuesto, la conexión cuerpo-mente es algo que no podemos pasar por alto, puesto que esa constante focalización en escuchar a nuestro organismo para conocer sus límites y reconectar con él, es sin duda uno de sus puntos fuertes.
Esta disciplina es perfecta tanto para empezar el día como para terminarlo. Dar inicio a una nueva jornada a través de un poco de deporte y ese punto de escucha a nuestras necesidades, así como seguir también estos pasos para relajarnos antes de dormir, nos parece un must. En concreto, si buscas alcanzar un estado de calma y serenidad tienes que tomar nota de esta técnica para reducir el estrés: la respiración cuadrada.
¿Qué es la respiración cuadrada?
También conocida como box breathing, es un ejercicio perfecto para esos días especialmente agitados en los que buscamos disminuir la sensación de estrés, así como focalizar nuestra atención. Para poder ejecutar la respiración cuadrada de forma efectiva, es importante tener en cuenta que ésta se hace en cuatro tiempos, todos de la misma duración. Consta de dos fases: la inspiración y la espiración, pero introduciendo retenciones entre ellas, que pueden ser con los pulmones llenos de aire o vacíos.
El paso a paso de la respiración cuadrada
Para poner en marcha la respiración cuadrada, empezamos colocándonos en una postura cómoda, preferiblemente sentados sobre el mat de yoga, con la espalda recta, desde ahí empezamos inhalando profundamente y soltando el aire lentamente. A continuación volvemos a inhalar. Podemos ir moviendo a la par los hombros en círculos para abrir más la zona del pecho y facilitar la respiración.
Seguidamente empezamos con la técnica, inhalando durante cuatro segundos, reteniendo el aire otros cuatro segundos, soltando el mismo durante cuatro segundos y aguantando otros cuatro segundos antes de volver a inhalar. Este proceso lo repetiremos durante unos 10 minutos y tras ellos, volvemos a respirar de forma natural, haciendo una última respiración más profunda antes de soltar el aire y volver al estado de inicio. Tras dicho ejercicio notarás como tu cuerpo está más calmado y relajado.
Fotos | Oluremi Adebayo en Pexels
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