¿Cuántas veces has oído hablar del consumo y las consecuencias del fentanilo en Estados Unidos desde hace unos años? Seguro que más de las que puedes contar con los dedos de la mano. Sin embargo, antes de que este opiáceo asolara el país de costa a costa, en San Francisco los efectos están siendo arrolladores, el OxyContin fue lo que lo desencadenó todo hace ya tres décadas y en Netflix tienes esta historia de terror real en la miniserie Medicina Letal.
Las farmacéuticas mueven el mundo
Estoy segura de que hay empresas que tienen un lugar privilegiado reservado en el infierno. Es más, tengo claro que el demonio estaría encantado de vivir en sus mismos barrios en el inframundo. Entre estas estaría la antigua Monsanto que, para sorpresa de nadie, tiene como compañía matriz a Bayer; aquella para la que trabaja Barney Stinson en Cómo conocí a vuestra madre y que según él se dedica a fabricar la pelusilla verde que recubre las pelotas de tenis y para nada al tráfico de armas y a otras actividades ilegales; y seguro que también Purdue Pharma, la farmacéutica que se encargó de desarrollar el OxyContin, un analgésico que ha provocado en las últimas dos décadas más de 300 mil muertes en Estados Unidos y que ha sido precisamente parte de la raíz del problema actual de la adicción al fentanilo.
En la miniserie vemos cómo Richard Sackler, el médico (qué cosa tan graciosa) que era presidente de la empresa, interpretado por Matthew Broderick, consiguió legalizar en 1990 un fármaco cuya base eran los opiáceos pero que no estaba combinado con paracetamol para diluir los efectos del mismo, dando lugar así a una adicción que generaba la dependencia del paciente y que por supuesto podía acabar en la muerte por sobredosis, como así ha terminado pasando a lo largo de los años.
Sin embargo, el pérfido plan de Sackler, que parece un villano de película pero por desgracia se trata de alguien muy real, no se quedó solo ahí, sino que fue un paso más allá consiguiendo que el OxyContin se recetase en dosis aún más altas para aumentar todavía más lo adictivo del mismo. Una estrategia sin fisuras en la que él mismo se encargaba del marketing.
En 2018 el país norteamericano declaró la emergencia de Salud Pública debido a las muertes que este medicamento ha provocado en las últimas tres décadas. El número es tan elevado que supera a aquellos fallecimientos en accidentes de tráfico o por armas, para que te hagas una idea de la gravedad del asunto.
En la miniserie de seis capítulos Netflix aborda la historia entrelazando cuatro tramas y siempre comienza los episodios de forma impactante: en cada uno de ellos una persona que ha perdido a alguien allegado debido a la sobredosis provocada por opiáceos lee un texto del tipo "esta serie está basada en hechos reales pero tiene personajes y situaciones ficticias", una declaración que acompañan de su auténtica historia.
Por cierto, si te preguntas qué ha sido de Richard Sackler, hazlo en presente. Las denuncias y los juicios han pasado, en 2019 declaró a Purdue Pharma en bancarrota y cambió el nombre de la misma, Knoa Pharma en la actualidad, para seguir adelante con Dios sabe qué.
Fotos | Netflix
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