Todos hemos oído hablar a estas alturas de las relaciones poliamorosas. Pero su dinámica aún sigue siendo un misterio para muchos y trae consigo mucha confusión. ¿Cómo se organizan? ¿Cómo gestionan los celos? ¿Harán cenas románticas todos juntos? Existen normas a la hora de practicar la poligamia de forma ética y respetuosa para los implicados, entre las que no existe la exclusividad pero sí la fidelidad: así es como funciona una relación poli sana y feliz.
Definición de poliamor
Para comprender bien lo que supone el poliamor, primero es esencial definirlo. Wikipedia habla de la "habilidad de amar a más de una persona al mismo tiempo". En el libro More Than Two lo desarrollan un poco más, "es la relación con varios individuos, en la que todos son conscientes de la existencia de los otros. Esto es lo que lo diferencia de engañar a alguien, el conocimiento."
En este mismo libro consultado explican que los poliamorosos se refieren a su forma de relacionarse como una "no-monogamia consensuada, ética y responsable". Ellos creen en el amor abierto, libre de celos y envidias; rechazando la idea de que la exclusividad sea obligatoria para lograr una unión profunda, comprometida y a largo plazo.
Es importante además, diferenciar entre el poliamor, que defiende la poligamia en el marco emocional e igualitario de una relación plural; y las prácticas swinger, centradas en relaciones sexuales poligámicas y esporádicas. Fernando de Justo, consultor sexual asociado a Moan Club, nos lo explica a la perfección:
No hay un poliamor reglado o bueno. El poliamor es un paraguas de relaciones no-monógamas que debe basarse en la afectividad, en los cuidados y en el consenso. Puede relacionarse con lo sexual, pero no más que cualquier relación entre personas. Sí, hay relaciones sólo afectivas y sexo/afectivas. Por eso, los acuerdos de las personas que compongan la relación deben ser consensuados, respetuosos y cuidadosos.
Cómo no hay nada escrito, podemos disfrutar de escribir cada historia fuera del guión de lo preestablecido. Existen muchas etiquetas con las que definir una relación, pueden ser de ayuda, pero en cierto momento también limitantes.
Valores en los que se desarrolla el poliamor
El libro La ética promiscua de Dossie Easton y Janet Hardy está considerado por muchos la biblia del poliamor. En él quedan perfectamente definidos los valores a los que dan importancia los poliamorosos, explicando cuál es su visión de estos pilares.
"Muchos piensan que todo es sexo y no lo es. No es swinging. Esto no es Pokémon Go, no tienes que hacerte con todos. Es sobre la libertad de ser sincero sobre las formas en las que te sientes y cómo evolucionan. Abre las fronteras entre amistad y amor de una forma totalmente segura y transparente." - Elf Lyons para The Guardian.
Fidelidad y lealtad
Ellos no hablan de exclusividad en el plano sexual, sino de mantenerse fiel a las promesas y acuerdos realizados dentro de esa relación. Algunos de ellos pueden ser la sinceridad en cuanto a otras parejas o la promesa de un amor verdadero que dure toda la vida. Suelen ser siempre acuerdos profundos de amor, cuyo incumplimiento (como esconder una relación sexual) podría conllevar la ruptura. Es lo que en este mundo se denomina "poli-fidelidad".
Comunicación y negociación
Lo primero que debemos tener en cuenta es que no existe un modelo preestablecido de relación poliamorosa. Aunque las parejas monógamas tengan bases y un conocimiento previo del funcionamiento usual de su amor, esto no se aplica en el caso de la poligamia. Pueden ser tres personas o diez. Pueden estar todos juntos o cada uno tener otras parejas por su cuenta. Pueden tener un acuerdo u otro.
Por las complicaciones que supone este desconocimiento, los poliamorosos recurren normalmente a la negociación explícita de los términos de su relación. Así, todos los integrantes se comprometen a una serie de normas de convivencia, que establecen lo que se permite y lo que no para que el vínculo no sufra. Comunicarse siempre, informar de nuevas personas en sus vidas y adaptarse a las situaciones es esencial, por lo que suelen optar siempre por una aproximación pragmática y lógica del asunto.
Confianza, honestidad, dignidad y respeto
Este punto es esencial y el más importante para lograr una relación poliamorosa saludable. Lo ideal es siempre tratar la presentación e inclusión de nuevos miembros con mucho respeto para la pareja primaria, evitando en todo momento engañarle o hacerle sentir menos importante. El mantenimiento de la dignidad es el único camino para que la confianza no se rompa y se puede continuar con las prácticas poligámicas sin herir los sentimientos de nadie.
Queda claro que las herramientas, propias de la inteligencia emocional, son las mismas para cualquier tipo de relación: la honestidad, el respeto, el consenso, la comunicación y la gestión emocional son propias también de las relaciones monógamas.
La única diferencia es que en la relación monógama se da todo por hecho (y vivieron felices y comieron perdices), lo cual puede generar la repetición de patrones y que el mito del amor romántico haga estragos. En las relaciones no-monógamas nada se da por hecho y hay que consensuarlo. Todo, todo, todo, tiene que tener un punto de vista feminista, inclusivo, igualitario. - Fernando de Justo, consultor sexual asociado a Moan Club.
Ausencia de sentimientos posesivos
Este es, quizá, el punto que más cuesta comprender a quiénes practican la monogamia. Porque, ¿cómo no tener celos si nuestra pareja está con alguien más? Lo cierto es que este amor libre requiere de una confianza y una ausencia de envidias profundamente interiorizada. Una que no exija control o sensación de pertenencia y devoción por una única persona.
Así, los poliamorosos entienden a nuevas personas como mejoras en la vida de su pareja primaria, en vez de como amenazas a su propio vínculo.
¿Cómo se traduce esto a la práctica?
El documental televisivo Three of Hearts: A Postmodern Family plasma la situación real de un triunvirato que hace su vida de forma normal y corriente. En este programa podemos conocer de primera mano cómo se aplican estos principios teóricos mencionados anteriormente al día a día, para que las cosas vayan sobre ruedas sin importar la cantidad de gente que se suba al carro.
Determinar la naturaleza del poliamor
Hay que tener claro si la poligamia será de índole sexual, emocional o ambas. En algunos casos, los integrantes de una relación poliamorosa buscan solo sexo fuera de su vínculo principal. En otras ocasiones, se crean vínculos emocionales intensos que pueden ser compartidos con la pareja primaria.
En el libro "La ética promiscua" se menciona la importancia de discutir en pareja lo que se pretende obtener de otras relaciones y lo que hace sentir cómodo. Siempre desde un lugar de honestidad y respeto, para que los límites queden claros.
Programar los tiempos para dedicar a cada una de las parejas
Si la relación no integra a todo el mundo de forma conjunta y hay vinculaciones fuera de la organización primaria de la relación, es importante organizarse. El libro consultado habla de la importancia de una agenda para planificar todo al dedillo. E incluso compartir este calendario con las parejas para que ambos puedan salir esa noche y uno no esté solo en casa. Así todo será más transparente y honesto.
Reparte tu tiempo de forma equitativa
Seguimos fieles a la que llaman "la biblia del poliamor", porque en él hemos encontrado todas las respuestas. Entre ellas, la importancia de pasar la misma cantidad de tiempo con cada una de las parejas. Hay ocasiones en las que se cuenta con un vínculo primordial más intenso, la relación principal. En ese caso, hay que acordar dedicar más tiempo a esa personas y dividir el restante entre los demás de forma igualitaria, para evitar rencores y rupturas.
Planifica diferentes actividades, no copies
Cada una de las personas involucradas en una relación poliamorosa es individual y debe tratarse como tal. Hay que considerar las fórmulas para enriquecer cada relación por separado, buscando planes en común con cada una y teniendo tiempo de calidad. Tiene que ser gratificante y especial para ambos. De esta forma, se cumple ese enriquecimiento personal que aporta y defiende el poliamor. No nos vamos a engañar, requiere esfuerzo.
"Para mí, el poliamor no es sobre el número de parejas que tienes. Es sobre relacionarse con cada una de la forma más auténtica posible y compartir con ellos desde un lugar de interés mutuo, en vez de expectación u obligación" -Tikva Wolf, ilustradora de cómics poliamoros.
Considera presentar a tus parejas
En algunos casos, las personas que practican el poliamor no tienen inconveniente en que sus parejas salgan entre ellas como amigos. Incluso a veces les animan a involucrarse de forma romántica o sexual. Esto depende de cada relación y de lo cómoda que se sienta cada persona. Eso sí, siempre asegurándose de que todas están a gusto y quieren estar ahí.
Practica el sexo seguro
Este punto debe ser esencial a estas alturas. El sexo seguro es siempre una recomendación a tener en cuenta, pero si se tienen varias parejas sexuales todavía más. Evita disgustos y situaciones incómodas, la transmisión de enfermedades es un riesgo que no merece la pena correr.
Estas son las bases esenciales para comprender, respetar e incluso comenzar a practicar el poliamor de forma respetuosa y sin quebraderos de cabeza de por medio. Porque vivimos en una sociedad cada vez más abierta sexualmente, que ya no encaja en los estereotipos o roles de género y relación anticuados, y que necesita adaptarse para entender todas las fórmulas de amor posibles.
Fotos | Professor Marston and the Wonder Women, The Dreamers, Savages, Three of Hearts: A Postmodern Family, Vicky Cristina Barcelona, Tres formas de amar,